América reforzó sus medidas contra el coronavirus ante el inicio de un largo descanso por la Semana Santa, en el que tradicionalmente millones de personas salen hacia lugares vacacionales pero que este año se vivirá a puertas cerradas debido a una pandemia que ya deja unos 16.000 muertos en el continente.
En Jueves Santo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que desde principios de año más de 1.350.000 personas han contraído el coronavirus y casi 80.000 han muerto en el mundo, con Estados Unidos como foco actual de la pandemia.
CASI 500.000 CASOS Y 16.000 MUERTOS EN AMÉRICA
En medio de la crisis, el estado de Nueva York, centro de la pandemia dentro de EE.UU., anunció un nuevo récord diario de muertes, con 779 fallecidos en 24 horas, aunque las autoridades aseguraron que la curva de la enfermedad ya se está aplanando gracias a las medidas tomadas.
Con esto, América suma ya más de 480.000 casos y 16.000 fallecidos; y el país con más contagios después de EE.UU. sigue siendo Canadá, con 18.400, y 381 muertes.
En Latinoamérica, Brasil se mantiene como la nación más afectada por la pandemia, con 800 fallecidos y 15.927 casos confirmados hasta este miércoles, seguido de Chile (5.536 contagios y 48 decesos) y Ecuador (4.450 infectados y 242 fallecidos).
SALTO EXPONENCIAL EN LATINOAMÉRICA
Las autoridades regionales ya habían alertado de que esta sería una semana especialmente difícil para Latinoamérica, donde todavía no se vislumbra el pico de contagios.
Así el número de muertos en Brasil llegó este miércoles a 800, con 133 nuevos fallecidos en las últimas 24 horas, lo que para las autoridades sanitarias es una señal de que la pandemia comienza a acelerarse en el país.
La cifra de casos confirmados también dio un salto exponencial y llegó a 15.927, lo que representa un aumento de 2.210 contagiados con relación a la víspera.
Lo mismo sucedió en Perú, donde se contabilizaban 121 muertes y 4.342 contagios, unos 1.388 más que ayer, la cifra más alta desde que el virus llegó al país.
También en Chile se reportaron este miércoles 430 casos nuevos de coronavirus, el dato más alto registrado hasta ahora en un día, elevando los contagios totales a 5.546, mientras que los decesos ascienden a 48.
Cuba asimismo reporta una tendencia al alza en casos, con un nuevo récord de 61 casos confirmados en un día, lo que elevó este miércoles el total a 457 positivos y 12 fallecidos por la enfermedad.
Y Colombia superó el listón de los 2.000 contagios al confirmar 274 nuevos casos, la cifra diaria más alta desde que se informó del primer enfermo hace un mes, y 55 muertes.
En tanto, Ecuador, uno de los países de la región más golpeados por la pandemia, suma ya 242 fallecidos y 4.450 positivos por el COVID-19, de los que 3.047 se dan en la provincia costera de Guayas.
ALARMA POR COMUNIDADES VULNERABLES
La preocupación ante el repunte de contagios se centró hoy en las minorías y comunidades vulnerables de América.
Este miércoles, por ejemplo, las autoridades de Río de Janeiro confirmaron que seis personas han muerto a causa del COVID-19 en las favelas de esa ciudad brasileña, cuya situación era considerada como la más preocupante por la alta densidad de población en estas barriadas y sus elevadas carencias sanitarias.
Mientras en Estados Unidos, datos de las autoridades confirmaron que los hispanos, el 29 % de la población de Nueva York, representan el 34 % de las muertes por el COVID-19 en la ciudad y son la comunidad más golpeada por la enfermedad.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, señaló que los datos señalan 'claras disparidades' y en el caso de los latinos que el idioma puede haber sido una barrera y el estatus migratorio de algunas personas puede haber hecho que no buscasen ayuda cuando la necesitaban.
Venezuela, con 166 casos y 7 muertes, se mantiene, asimismo, en el centro de la inquietud internacional por la crisis económica y sanitaria que vive desde hace meses.
Este miércoles la ONU confirmó el envío a esa nación de unas 90 toneladas de productos para luchar contra la pandemia, desde equipos de protección personal hasta concentradores de oxígeno, que serán distribuidos en centros sanitarios y comunidades vulnerables.
El Gobierno de Brasil reiteró, además, su 'extrema preocupación' con la población indígena, a la que considera 'difícil de recluir' en sus aldeas y que, por su a veces escaso contacto con los grandes centros urbanos, tiene una menor resistencia a nuevas enfermedades.
Esa alarma es compartida por Ecuador y Perú, país que admitió hoy que tiene problemas debido a que tiene un territorio de ¿difícil acceso y muy extenso' para atender a las comunidades indígenas.
UNA SEMANA SANTA A PUERTAS CERRADAS
En medio de la crisis, la tradicional celebración de Semana Santa en Latinoamérica, región que alberga a cerca del 40 % de fieles católicos en el mundo, aumentó la preocupación de las autoridades sanitarias.
Aunque desde mediados de marzo varias naciones cerraron sus fronteras para el ingreso de extranjeros y suspendieron las clases y eventos masivos, lo que incluía implícitamente las actividades religiosas de la Semana Santa, las medidas fueron reforzadas para este puente largo.
En República Dominicana, con 108 fallecidos y 2.111 contagiados, el Gobierno ha prohibido los desplazamientos interurbanos en Semana Santa, una época en la que los ciudadanos acostumbran a visitar a la familia o ir a la playa.
Chile, que se encuentra bajo estado de excepción por catástrofe y con toque de queda nacional nocturno, implementó ¿cordones sanitarios¿, en los que se prohíbe la salida y el ingreso de personas excepto en situaciones de emergencia, lo que aislará a la Región Metropolitana - que alberga la capital-.
En la misma línea, el Gobierno argentino descartó que se vaya a levantar la cuarentena la próxima semana, cuando debía finalizar el aislamiento, y se anunciaron más controles para limitar el movimiento durante la Semana Santa en el país, donde hay 1.715 contagiados y 63 fallecidos por el coronavirus.
Una medida similar se tomó en países como Guatemala, que sumó al toque de queda parcial la prohibición de desplazarse entre los 22 departamentos que dividen el territorio durante la Semana Mayor.
En tanto, los habitantes de Caracas no abandonaron su tradición y se asomaron este miércoles a sus balcones y ventanas para ver pasar al Nazareno de San Pablo, la imagen a la que pidieron en el siglo XVII que acabara con la peste y a la que apelan ahora para que termine con el COVID-19.
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