Los bolivianos desesperados por evitar o curar el COVID-19 están ingiriendo dióxido de cloro, que el Senado aprobó como tratamiento, incluso cuando el Ministerio de Salud del país dice que las personas deben mantenerse alejadas de él.
El dióxido de cloro es una sustancia similar a la lejía que la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos advirtió a los consumidores que puede poner en peligro la salud y no debe comprarse ni beberse como tratamiento médico.
Pero en la ciudad boliviana de Cochabamba, donde el gobierno provincial aprobó su uso, algunos compradores dijeron que creían que la sustancia podría ayudar.
“Escuché en las noticias que vendían dióxido de cloro en la farmacia. Conocidos míos lo tomaron, uno para prevención y otro para curación. Les está haciendo bien ”, dijo Eric Ocanha, afuera de una farmacia.
Otros dijeron que estaban confundidos sobre el consejo que les habían dado.
“Como siempre, las autoridades dicen: 'Consulte a su médico'. Cual doctor Los pobres no tienen médico ”, dijo Dionisio Flores.
Bolivia ha confirmado 60.991 casos de coronavirus en todo el país, 2.218 de los cuales han sido mortales.
El Dr. René Sahonero, asesor del ministerio de salud, dijo que el ministerio advirtió fuertemente contra el uso de dióxido de cloro para COVID-19.
"Ya hemos elaborado una resolución que dice que esta sustancia no está aprobada, que no es apta para el consumo humano y que puede tener serias consecuencias", dijo Sahonero, agregando que se han informado casos de intoxicación por dióxido de cloro.
A pesar de la advertencia del ministerio, el Senado del país aprobó una ley la semana pasada que aprueba el uso de dióxido de cloro para prevenir y tratar el coronavirus. Eso debe pasar por la cámara baja y sobrevivir a un desafío de veto antes de que se convierta en ley.
ARTÍCULO POR: MONIXA MACHICAO, HUGH BRONSTEIN Y ROSALBA O'BRIEN
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN: ELIANA GONZÁLEZ
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