Gratitud, amabilidad, resiliencia y ética de trabajo: la patinadora de velocidad, Isabelle Weidemann, tiene todos los atributos que se buscan en los atletas olímpicos canadienses y, por lo tanto, es una excelente elección para llevar la bandera el día domingo.
La atleta de seis pies y dos pulgadas, cuya potencia y conducción en eventos de resistencia es muy similar a la que mostró la jefa de misión canadiense y dos veces campeona olímpica de pista larga, Catriona Le May Doan, en distancias más cortas, ganó la primera de las 25 medallas de Canadá, antes del último día de competencia con un bronce en los 3.000 metros en el Día 1 de los Juegos.
Luego, la atleta de 26 años se llevó la plata en los 5.000 metros y unió fuerzas con Ivanie Blondin y Valerie Maltais para capturar una de las cuatro medallas de oro de Canadá en Beijing en la competencia de persecución por equipos.
“Llevar la bandera para mí es el mayor honor”, dijo Weidemann después de ser nombrada abanderada. “Nunca esperé volver a casa con tres medallas, y mucho menos tener el honor de sostener la bandera. Ha sido tan surrealista el estar aquí. Me quedo sin palabras para describir las últimas dos semanas. Siento que estoy soñando un poco. Llegué a estos Juegos Olímpicos pensando que iba a luchar por una medalla y que iba a lograr llevar una a casa mientras daba todo lo que tenía solo para poder hacer eso por Canadá. El haber ganado tres medallas para llevar de regreso a casa me deja sin palabras”.
Weidemann, quien está considerando una carrera en el cuidado de la salud; pero también planea seguir patinando, dijo que: “En los Juegos Olímpicos, pasas mucho tiempo libre mientras te lanzas a competir. Es muy fácil meterse mucho en tu cabeza. Uso la escuela para distraerme y liberarme de esos pensamientos. Fue un poco loco; pero no me arrepiento”.
Claramente, funcionó. Después de irse a casa sin una medalla luego de su debut olímpico hace cuatro años, Weidemann fue una de las estrellas más grandes de Canadá en Beijing, y se destacó a pesar de los desafíos de la pandemia.
“Ha habido mucha lucha en el equipo solo para llegar aquí”, dijo. “Pero también creo que realmente puedes sentir la gratitud solo por poder hacer lo que amamos. Creo que también le ha dado mucho fuego al equipo. Presentarse para hacer lo que amamos todos los días es un gran honor. Competir así es realmente especial. La pandemia fue muy dura y sigue siendo tan dura; pero también creo que nos ha hecho estar muy agradecidos”.
Weidemann también está agradecida por el apoyo de sus compañeros de equipo que no tuvieron el mismo tipo de éxito. Ella ya ha estado en sus zapatos.
“Realmente sé cómo se siente”, dijo. “Salí de 2018 sintiendo que no patiné a mi potencial y que no tuve la oportunidad de mostrar todo el trabajo que había hecho. Salí sintiéndome decepcionada, tal vez no con la experiencia sino con la forma en que competí. A veces necesitamos un poco de tiempo lejos de los Juegos y las actuaciones para poder reflexionar”, continuó.
Me tomó un tiempo encontrar la felicidad y el orgullo por la forma en que competí en 2018. Eso solo se obtiene con el tiempo alejado del deporte.
Tengo tantos compañeros de equipo que han estado tristes en sus actuaciones; pero que aún así han compartido mi alegría. Ha sido muy especial poder celebrar con ellos y sentir personalmente que no lograron lo que querían; pero que aún así me brindaron su compañía y compartieron mi éxito. Eso significó mucho para mí”.
La Ceremonia de Clausura comienzará a las 6:30 am. ET.
ARTÍCULO POR: MIKE KOREEN
FOTOGRAFÍA: MARK BLINCH EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ MÁS INFORMACIÓN DEPORTIVA
Comments