Canadá ha lanzado su plan de inmigración más audaz en la historia moderna en medio de una segunda ola de COVID-19, aumentando el número de recién llegados que traerá a este país a niveles récord en un intento por estimular la recuperación económica pospandémica.
“Estamos en una coyuntura única en la historia de Canadá. Estamos enfrentando el desafío de nuestra generación y cumpliremos con nuestro momento ”, dijo el viernes el ministro de Inmigración, Marco Mendicino, luego de presentar en el Parlamento el plan de inmigración 2021-23 del gobierno federal. “Antes de la pandemia, el objetivo de nuestro gobierno de impulsar la economía a través de la inmigración era ambicioso. Ahora, es simplemente vital".
Según el plan, Canadá acogerá a más de 1,2 millones de nuevos inmigrantes durante los próximos tres años, con una ingesta anual que alcanzaría los 401.000 en 2021; 411.000 en 2022; y 421.000 en 2023, equivalente al uno por ciento de la población.
El plan plurianual anterior, presentado justo antes del inicio del bloqueo pandémico en marzo, estableció objetivos de 351.000 en 2021 y 361.000 en 2022.
Si bien los expertos esperaban que Ottawa mantuviera el rumbo con sus objetivos de inmigración, dado que el gobierno había declarado públicamente que la inmigración sería clave para reiniciar la economía posterior al COVID-19, se sorprendieron de que los liberales decidieran llevarlo a un nivel superior.
Aunque los críticos han expresado su preocupación por la alta inmigración dado que la tasa de desempleo del país se mantuvo en un nueve por ciento en septiembre, después de alcanzar un máximo del 13,4 por ciento en mayo, desde el 5,6 por ciento antes de la pandemia, algunos expertos dicen que el gobierno está en el camino correcto.
“El momento para expandir el programa ahora es bueno. Pero me sorprende lo altos que son los objetivos que se han fijado. No sé qué tan realista sea desde una perspectiva administrativa burocrática ”, dijo Chris Worswick, economista de la Universidad de Carleton, quien se especializa en la economía de la inmigración.
Debido a las restricciones de viaje, la reducción de la capacidad de procesamiento de solicitudes y las cancelaciones de vuelos, el sistema de inmigración se había estancado durante meses y, para fines de este año, se espera que solo el 60 por ciento o unos 200.000 de los 340.000 recién llegados previstos para 2020 hayan llegado a Canadá.
Mendicino dijo que los inmigrantes han desempeñado un papel fundamental para mantener el país en funcionamiento durante la pandemia, ya sea cuidando a los vulnerables en instalaciones de atención a largo plazo o trabajando en granjas y tiendas de comestibles para garantizar la cadena de suministro de alimentos del país.
La estrategia de inmigración del gobierno ha sido consistente con el enfoque adoptado por los sucesivos gobiernos durante las últimas tres décadas para mantener un alto nivel de admisión durante las recesiones, comenzando con el gobierno del primer ministro Brian Mulroney que utilizó la inmigración para resistir la desaceleración económica a fines de la década de 1980 y principios de la de 1990.
“Los recién llegados aportan energía, habilidades, nuevas ideas y espíritu emprendedor. Ellos crean empresas, cubren la escasez de habilidades, compran casas y pagan impuestos… El plan del ministro permitirá a Canadá recuperar el terreno perdido a medida que la pandemia disminuya. Inyectará un nuevo dinamismo a nuestra economía”.
ARTÍCULO POR: NICHOLAS KEUNG
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ
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