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Writer's pictureEliana González

Pequeñas empresas desafiarán las reglas

No importa cuán frustrados estén con los cierres de COVID-19 , los propietarios de pequeñas empresas estarían cometiendo un error potencialmente costoso al abrir sus puertas cuando no se les permite hacerlo, dicen funcionarios del gobierno y defensores de las pequeñas empresas.


El propietario de Adamson Barbecue, Adam Skelly, con sus partidarios fuera de su restaurante desafiando las órdenes provinciales de cierre para cerrar el comedor interior y exterior durante la pandemia de COVID-19 en Toronto en noviembre.
El propietario de Adamson Barbecue, Adam Skelly, con sus partidarios fuera de su restaurante desafiando las órdenes provinciales de cierre para cerrar el comedor interior y exterior durante la pandemia de COVID-19 en Toronto en noviembre.

Ese mensaje llega cuando un grupo anti-bloqueo llamado “We Are All Essential” (Todos somos esenciales) está instando a las empresas de todo el país a reabrir el 11 de febrero, el día después de que expire la orden de permanencia en el hogar de 28 días de Ontario, desafiando cualquier órden de permanecer en confinamiento.


El grupo está dirigido por el activista anti-máscara Vladislav Sobolev, quien es un partidario vocal del propietario de Adamson Barbecue, Adam Skelly y también fundador de Hugs Over Masks. En una entrevista, Sobolev dijo que hay 400 empresas en todo el país listas para participar.


"La gente siente que no tiene otra opción", dijo Sobolev.

Los propietarios de pequeñas empresas se están recuperando de los efectos económicos constantes de la pandemia y se endeudan cada día más. Pero eso no significa que deban romper las reglas, dice Ryan Mallough, director regional de Ontario de la Federación Canadiense de Negocios Independientes.


“Entiendo la frustración y la ira. Es muy real y lo escucho de nuestros miembros. Pero reabrir ahora mismo es ilegal. Si lo hace, se arriesga a una multa sustancial, a comparecencias en la corte y a los costos que ello conlleva”, dijo Mallough.

Las sanciones para un individuo que infringe las reglas de la Ley de Protección Civil y Manejo de Emergencias incluyen multas de hasta $100.000 y una pena de prisión de hasta un año; pero una empresa que infrinja las reglas podría recibir una multa de hasta $10 millones, señaló Mallough.


Es poco probable que una empresa que incurra en infracción por primera vez vea la pena máxima, pero incluso una multa de unos pocos miles de dólares es algo que muchas pequeñas empresas no pueden permitirse en el mejor de los casos, y mucho menos ahora, dijo Mallough.


“Obviamente, nos gustaría ver empresas capaces de volver a abrirse de manera responsable. Y eso es lo que le estamos pidiendo al gobierno”, agregó Mallough.

Un portavoz del premier de Ontario, Doug Ford, instó a las empresas a no romper la orden de quedarse en casa, diciendo que está ayudando a reducir el número de casos de COVID.

Por otro lado, un portavoz de la ciudad de Toronto dijo que la policía, los funcionarios de licencias municipales y de salud pública están listos para tomar medidas enérgicas contra los infractores.



ARTÍCULO POR: JOSH RUBIN

FOTOGRAFÍA: ANDREW FRANCIS WALLACE

EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ


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