El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado este viernes un nuevo régimen de sanciones que contempla castigos contra las bandas armadas que operan en Haití y que, aprovechando el caos político, han ganado presencia y controlado amplias zonas del país, limitando incluso el reparto de ayuda humanitaria. Estados Unidos y México han promovido esta resolución, que ha salido adelante con la unanimidad de los 15 países que conforman el órgano ejecutivo de la ONU. Se trata del primer régimen de sanciones que ve la luz en el Consejo de Seguridad en los últimos cinco años.
La embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, confía en que sea "un paso importante para ayudar al pueblo haitiano". "Esta resolución es una respuesta inicial a las peticiones de ayuda", ha afirmado ante el Consejo, donde ha querido lanzar un claro mensaje a todos los grupos que mantienen a Haití como "rehén" de intereses expúreos.
En este sentido, ha defendido que las sanciones son la herramienta "más efectiva" para castigar de forma específica a los "malos actores" y permitir que la ayuda llegue a la población. La ONU estima que entre un millón y un millón y medio de personas viven en zonas controladas por las bandas.
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