Las muertes causadas por las lluvias de la depresión tropical Amanda en El Salvador se elevaron este lunes a 16, mientras que 7 personas se encuentran desaparecidas y 7.225 están refugiadas en albergues.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), los fallecidos son 12 hombres y 4 mujeres, y entre estas personas se encuentra un niño de 8 años de edad.
Las autoridades salvadoreñas habilitaron 154 albergues en todo el país para refugiar a 7.225 personas, de las que 4.803 se encuentran en San Salvador. Las familias afectadas a nivel nacional suman 24.125.
De acuerdo con el Ministerio, en el país mantendrá para las próximas horas una "muy alta probabilidad" de deslizamientos de tierra y rocas, así como "flujos de escombros, amenazando vidas humanas, infraestructura de viviendas y caminos".
Las lluvias registradas este lunes se deben, según explicó la cartera de Medio Ambiente, "a la influencia de la depresión tropical 3, la cual se formó de los remanentes de Amanda".
El Ministerio recomendó a la población "precaución y mantenerse informada sobre el pronóstico meteorológico" para "tomar las medidas preventivas adecuadas".
Indicó que la referida depresión tropical se ubicada al sur del golfo de México, con un movimiento lento hacia el suroeste, por lo que mantendrá su influencia Centroamérica con "el ingreso de abundante humedad desde el Pacifico".
"Esta depresión tiene alta probabilidad de convertirse en la tormenta tropical Cristóbal en el transcurso de este día" y que "mantenga condiciones de temporal en el país, con lluvias de moderadas a fuertes", advirtió.
Según los meteorólogos, este año habrá de 13 a 19 tormentas tropicales con nombre, y de 6 a 10 podrían convertirse en huracanes.
Y de esos huracanes de 3 a 6 podrían llegar a ser mayores, es decir con vientos máximos sostenidos de 178 kilómetros por hora o más.
Las autoridades salvadoreñas han dividido esfuerzos para atender la pandemia del COVID-19 y los estragos de las lluvias, situación que podría generar una escalada en los contagios.
Los salvadoreños llevan en cuarentena domiciliar obligatoria desde el 21 de marzo pasado, situación que para el presidente de Colegio Médico, Milton Brizuela, genera "hastío" entre la población y, sumado a la necesidad de alimentos e ingresos económicos, podría llevar a una ruptura del confinamiento.
"La necesidad de la población por ingresos y alimentos puede hacer que se rompa este confinamiento de forma desordenada y eso puede provocar un nuevo rebrote o un incremento de casos que sobrepase nuestro ya precario sistema de salud", dijo el médico a Efe.
El Salvador registra 2.582 casos confirmados del coronavirus, de los que 1.465 se encuentran activos, 1.071 recuperados y 1.686 pacientes sospechosos de contagio.
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