Los carreteras hacia el sur finalmente reabrieron este lunes, poniéndole fin a casi 20 meses de un polémico cierre por COVID-19 impuesto por Estados Unidos y permitiendo a los viajeros completamente vacunados cruzar la frontera terrestre entre Canadá y Estados Unidos.
Desde la medianoche, el tráfico no esencial se reanudó en ambas direcciones por primera vez desde marzo de 2020, cuando ambos países impusieron restricciones radicales pero selectivas con la esperanza de frenar la propagación del virus. Se trató del primer cierre fronterizo generalizado desde los ataques terroristas del 11 de septiembre, hace 20 años.
Sin embargo, después de casi dos años, la emoción no es exactamente palpable; pues aunque EE. UU. anunció que a los viajeros completamente vacunados se les permitiría regresar a través de la frontera terrestre con solo una prueba de vacunación para acompañar sus pasaportes, Canadá aún tiene como requisito la prueba molecular COVID-19, que cuesta entre $ 150 y $ 300 por hisopo, para cruzar.
El gasto no solo desalienta a las personas a viajar, es una medida contraproducente que hace poco por mejorar la seguridad pública, dijo Perrin Beatty, exministro del gabinete federal que ahora se desempeña como director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Canadá.
“Simplemente no tiene sentido”, dijo Beatty en una entrevista.
Señaló la propia regla del gobierno federal que dice que sí un viaje a los EE. UU. durará menos de 72 horas, los viajeros pueden hacerse la prueba en Canadá antes de irse y usar los mismos resultados al regresar al país.
“¿Qué clase de protección es esa? Se trata solo de una perdida de dinero y de tiempo".
También crea lo que Beatty llama "fricción" a lo largo de una frontera, donde se supone que la gente puede cruzar libremente; "pero donde el costo y la molestia administrativa es tan grande que la gente simplemente se dan por vencidos".
“La fricción ha significado esencialmente que las ganancias que el sector turístico canadiense esperaba lograr cuando Canadá abrió las fronteras a las personas que venían al norte nunca se materializaron”, dijo.
El congresista de Nueva York Brian Higgins, uno de los primeros defensores de aliviar las restricciones una vez que las vacunas COVID-19 estén ampliamente disponibles, realizará una conferencia de prensa el lunes junto con alcaldes y líderes comunitarios de ambos lados de la frontera para instar a Canadá a eliminar el requisito.
ARTÍCULO POR: JAMES MCCARTEN EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ MÁS INFORMACIÓN NACIONAL
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