A medida que se prolonga el bloqueo más largo en América del Norte, los residentes de Toronto parecen estar volviéndose más audaces cuando se trata de actuar fuera de la ley o específicamente de infringir la orden de quedarse en casa.
Finalmente, la policía ha estado tomando medidas enérgicas contra todo tipo de fiestas privadas ilegales que se llevan a cabo en la ciudad.
Probablemente, por una combinación de fatiga pandémica, un clima más cálido y mejores esfuerzos para hacer cumplir la ley, cientos de personas fueron atrapadas el fin de semana pasado asistiendo a reuniones ilegales en Toronto.
La policía de Toronto anunció que los agentes habían irrumpido en "aproximadamente 210 reuniones en respuesta a llamadas del público sobre fiestas ruidosas" desde el jueves, la mayoría de ellas en interiores y en el centro de la ciudad.
Los miembros de los nuevos equipos, dedicados a hacer cumplir las órdenes de quedarse en casa, de los cuales hay 16, presentaron más de 160 cargos bajo la Ley de Protección Civil y Manejo de Emergencias (EMCPA) en total entre el jueves y el lunes, según la policía, más ocho cargos penales por delitos que incluyen asalto y obstrucción.
"El sábado 24 de abril fue la noche más concurrida, con equipos que respondieron a informes en toda la ciudad en casas, apartamentos, alquileres a corto plazo y negocios", se lee en un comunicado emitido por el Servicio de Policía de Toronto.
"En una llamada durante el fin de semana, los agentes llegaron a un condominio en el área de King Street West y Portland Street, donde se encontraron con una gran cantidad de personas dentro de la propiedad. Mientras irrumpían en otra fiesta ruidosa en el área de York Street y Harbor Street, los oficiales podían escuchar música fuerte proveniente de otra unidad cercana", continúa el comunicado. Investigaron y descubrieron que el apartamento estaba siendo utilizado como alquiler a corto plazo y seis personas fueron acusadas de conformidad con la EMCPA".
No es ningún secreto que la gente se ha estado reuniendo dentro de las casas y apartamentos para pasar el rato con sus amigos en cantidades mucho mayores de lo que se ha permitido legalmente desde que entraron en vigor las órdenes de cierre.
La policía ha anunciado varias "redadas" a gran escala durante el año pasado; pero esta es la primera vez que los oficiales realmente se vuelven locos al pasar de una reunión a otra reuniones masivamente.
"Si bien quiero agradecer a la gran mayoría de los residentes que respetan la ley, demasiadas personas, en su mayoría adultos, están celebrando fiestas y grandes reuniones en Toronto todos los días y noches", dijo el lunes el jefe de TPS, James Ramer. "Esto tiene que parar".
Es posible que aún no estén tomando medidas enérgicas en algunas actividades al aire libre; pero Ramer le asegura al público que sus nuevos equipos de aplicación no dejarán de buscar fiestas o reuniones de caracter ilegal, incluso en exteriores.
“Estamos en un punto crítico de esta pandemia y estos equipos continuarán desplegándose en toda la ciudad, todos los días para presentar cargos contra quienes no respeten las órdenes provinciales y de salud pública”, dijo. "En un momento en que los recuentos de casos positivos continúan aumentando a cifras preocupantes y las admisiones en las UCI de los hospitales están en su punto más alto, es extremadamente decepcionante ver a las personas que celebran fiestas y reuniones y se ponen a sí mismos, a sus familias, a los trabajadores de la salud y al personal de primeros auxilios en mayor riesgo".
Bajo las restricciones actuales de cierre en toda la provincia, las reuniones sociales en interiores y exteriores de cualquier tipo están totalmente prohibidas (con pocas excepciones, incluidas las que tienen lugar entre miembros del mismo hogar).
Los anfitriones de tales reuniones pueden ser multados con cantidades entre los $ 10.000 y los $ 100.000, mientras que las personas atrapadas asistiendo a ellas pueden ser sancionadas con multas de $ 750 a $ 100.000.
ARTÍCULO POR: LAUREN O'NEIL
FOTOGRAFÍA: MASTER1305
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ
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