En vísperas de la Navidad, las vacunas de refuerzo contra el COVID-19 y los kits de pruebas rápidas encabezan las listas de deseos de muchos canadienses a medida que los números de casos se disparan a niveles récord en gran parte del país.
Impulsado por el crecimiento explosivo de la variante Omicron, Quebec informó 9.397 casos el jueves y Ontario 5.790, mientras que los casos de coronavirus en British Columbia superaron los 2.000 por primera vez.
En Montreal, una de las principales autoridades sanitarias, la Dra. Mylène Drouin, confirmó que una de cada cinco pruebas para detectar el virus daba positivo, que el 60% de los casos positivos correspondían a personas de 18 a 44 años y que el 90% de las nuevas las infecciones involucraban a la variante Ómicron.
También se batieron récords de casos de COVID-19 en Nueva Escocia, Nuevo Brunswick y la Isla del Príncipe Eduardo.
La mayoría de las provincias, excepto Saskatchewan, han respondido restableciendo medidas de salud pública más estrictas, que incluyen en algunos casos límites a las reuniones sociales, límites de aforo para muchos lugares y cierres de algunas empresas.
La gente ha estado haciendo cola, a menudo durante horas, para recibir las tan anheladas vacunas de refuerzo, así como kits de pruebas rápidas para tratar de garantizar que las reuniones festivas sean lo más seguras posibles.
La directora de salud pública de Canadá, la Dra. Theresa Tam, dijo que la variante Ómicron es ahora la mutación dominante de COVID-19 en varias provincias y que se necesitan acciones urgentes para frenar su propagación.
Mientras tanto, y de manera positiva, los últimos hallazgos preliminares de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido se suman a la evidencia emergente de que Ómicron produce una enfermedad significativamente más leve que otras variantes, como Delta, aunque se propaga mucho más rápido y evade mejor las vacunas.
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EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ
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