El gobierno federal esta en busca de un precio para el carbono "a prueba del futuro" frente a las decisiones políticas sobre cancelarlo o reducirlo más adelante.
Eso podría incluir legislaciones para consagrar el precio del carbono y su trayectoria ascendente en la ley. O podría significar firmar contratos con inversionistas que garanticen una compensación si el precio del carbono no sube como se prometió, lo que afectaría negativamente su inversión.
La promesa se hace en el nuevo informe de reducción de emisiones presentado el martes por el ministro de Medio Ambiente, Steven Guilbeault, que dice que el precio del carbono es la "piedra angular" del plan de acción climática de Canadá.
La contaminación, incluidas las emisiones de gases de efecto invernadero, tiene un costo social y la tarificación del carbono es un método para aplicar esos costos a la persona o entidad que realiza la emisión. También hace que invertir en tecnología que reduzca las emisiones sea más atractivo económicamente; pero ese atractivo se reduce si no hay certeza de que el precio del carbono sea el prometido.
Guilbeault dijo en una entrevista que está escuchando de varios inversionistas del sector privado que están reteniendo su financiamiento para proyectos de reducción de emisiones porque el incentivo para invertir se basa en un precio del carbono que es políticamente frágil.
“Dicen que necesitamos certeza porque estamos tomando importantes decisiones de inversión basadas en el precio del carbono, y qué sucede si dentro de un año o tres años hay un nuevo gobierno y, de repente, esto ya no existe”, dijo. “Entonces, esta es realmente una respuesta del gobierno federal a la comunidad de inversionistas y del sector privado diciendo que los escuchamos. Estamos en el proceso de buscar formas en las que básicamente podamos probar el precio del carbono en el futuro en Canadá”.
Michael Bernstein, director ejecutivo de la organización de políticas climáticas Clean Prosperity, dijo que los inversionistas no están moviendo su dinero a la acción climática tan rápido como es necesario y agregó que legislar la confianza en el precio del carbono es una de las cosas más importantes en el nuevo plan de emisiones.
Usó la captura y el almacenamiento de carbono como ejemplo, y dijo que, en general, la instalación cuesta menos de $ 110 por tonelada de emisiones capturadas. El precio nacional actual de la contaminación aumentará $10 a $50 por tonelada de emisiones el 1 de abril; pero aumentará $15 al año hasta 2030, cuando llegue a $170.
“Entonces, si se tienen emisores industriales, que enfrentan un precio del carbono de $ 170 por tonelada en 2030, naturalmente habrá un incentivo para pagar por la captura de carbono, que es menos costosa y así se evitaría pagar el precio del carbono”, dijo. “Entonces, en resumen, les da a los empresarios el incentivo económico para hacer esas inversiones o pueden mostrarles a sus inversionistas que esto tendrá un retorno económico para llevar a cabo dichas inversiones”.
ARTÍCULO POR: MIA RABSON
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ
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