Los precios de la vivienda en Ontario casi se han triplicado en los últimos diez años, superando con creces el crecimiento de los ingresos de los canadienses. Según un informe; la provincia tiene un deficit de 1,2 millones de viviendas, tanto de alquiler como propias, por debajo del promedio del G7.
Las empresas y las compañías de servicios públicos tienen problemas para contratar y retener trabajadores debido a la escasez de viviendas cercanas, lo que perjudica la economía, mientras que los largos viajes contribuyen a la contaminación del aire, según el informe.
El informe en cuestión, realizado por el Grupo de trabajo de asequibilidad de la vivienda de Ontario y publicado en febrero de 2022, pedía la construcción de 1,5 millones de nuevas viviendas en los próximos diez años.
El ministro de Vivienda, Steve Clark, afirmó que esperaba poder promulgar algunas recomendaciones frente a estas circunstancias antes de las elecciones de primavera, diciendo que sería una combinación de medidas pequeñas y "audaces" porque aún no hay una solución.
“No existe una solución total para abordar la crisis de viviendas. Se requiere una estrategia a termino prolongado con compromiso y coordinación a largo plazo de todos los niveles de gobierno”, dijo Clark. “Nos comprometemos a presentar una actualización del Plan de Acción de Suministro de Vivienda de Ontario todos los años durante cuatro años en colaboración con los municipios y las asociaciones del sector para ofrecer soluciones a largo plazo para todos los habitantes de Ontario”.
Ontario anunció el martes que aumentará un impuesto a los compradores de vivienda no residentes del 15 al 20 por ciento y lo ampliará a toda la provincia en lugar de solo al Greater Golden Horseshoe.
Muchas de las recomendaciones del informe del grupo de trabajo sugirieron formas de limitar la forma en que el desarrollo puede verse sofocado por la oposición local al crecimiento y cambio del vecindario.
Esas recomendaciones incluyeron la eliminación de políticas municipales que priorizan la preservación del “carácter de vecindario”, la exención de proyectos de 10 unidades o menos de la consulta pública cuando solo necesitan variaciones menores, la limitación de que los municipios celebren pláticas más allá de lo requerido en la Ley de Planificación y la prohibición de designaciones patrimoniales que se hacen sólo después de que se presenta una solicitud de desarrollo.
El informe dijo que las reglas de zonificación municipal también deben cambiarse para permitir la construcción de más viviendas. Se estima que el 70 por ciento de la tierra residencial en Toronto está restringida a casas unifamiliares o adosadas.
La provincia permitió suites secundarias a partir de 2019. Sin embargo, los municipios siguen restringiendo su uso: la cantidad total de suites secundarias ha disminuido en los últimos tres años, según el informe.
El grupo de trabajo también recomendó cambios al Tribunal de Tierras de Ontario.
ARTÍCULO POR: LUCAS CASALETTO
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ
Comments