Una legislación reciente sobre armas permitiría a los municipios prohibirlas mediante estatutos que restrinjan su posesión, almacenamiento y transporte.
El primer ministro Justin Trudeau dice que las medidas estarán respaldadas con graves sanciones para hacer cumplir estos estatutos, incluida la cárcel para las personas que violen las reglas municipales.
Muchos defensores del control de armas han presionado por una prohibición nacional de las armas de fuego, advirtiendo que dejarla en manos de los municipios crearía un mosaico ineficaz de regulaciones.
Como se esperaba, el proyecto de ley prometido desde hace mucho tiempo también propone la recompra de una amplia gama de armas de fuego recientemente prohibidas que el gobierno considera como armas de asalto.
El proyecto de ley también aumentaría las sanciones penales por contrabando y tráfico de armas y mejoraría la capacidad de la policía y los oficiales de fronteras para mantener las armas de fuego ilegales fuera del país. También crearía nuevos delitos por alterar el cargador de cartuchos de un arma de fuego e introduciría restricciones más estrictas a la importación de municiones.
Médicos canadienses para la protección contra las armas de fuego (CDPG) dan la bienvenida a la introducción de esta nueva legislación de control de armas.
“Este es un proyecto de ley integral que, si se promulga, salvará vidas”, dijo la Dra. Najma Ahmed, copresidenta de CDPG y cirujana de trauma en el Hospital St. Michael en Toronto. "En particular, hay varias medidas menos notorias que marcan un progreso importante en el esfuerzo por cambiar la cultura de las armas en Canadá".
Los conservadores federales y los grupos por los derechos de las armas de fuego se han opuesto a la prohibición de armas y la recompra diciendo que castigan a los propietarios legales de armas y no hacen lo suficiente para combatir el flujo de armas ilegales que ingresan al país.
"Los médicos y otros trabajadores de la salud son testigos cercanos del daño que las armas de fuego causan, física y psicológicamente, a sus pacientes", dijo la Dra. Paola Fata, miembro del CDPG y directora de la División de Cirugía General del Centro de Salud de la Universidad McGill en Montreal. "La evidencia es clara: restringir el acceso a estas armas reducirá las lesiones y la muerte".
FOTOGRAFÍA: SEAN KILPATRICK
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ
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