Cualquier persona que desee viajar en alguno de los medios de transporte en Canadá deberá estar completamente vacunada antes de fin de mes, según una nueva política federal.
El primer ministro Justin Trudeau anunció la nueva medida el miércoles, la cual también requerirá que todos los empleados federales estén completamente vacunados contra el COVID-19.
Habrá un período de gracia de un mes en el que aún se aceptará la evidencia de una prueba de COVID-19 negativa reciente; pero para el 30 de noviembre, todos los viajeros en servicios aéreos, ferroviarios y marítimos regulados por el gobierno federal deberán estar completamente vacunados. Las exenciones de prueba solo se permitirán en situaciones de emergencia extremadamente limitadas.
Los operadores, como Air Canada, West Jet, Via Rail, tendrán la responsabilidad de verificar la prueba de vacunación, que puede incluir copias físicas o pasaportes provinciales de vacunación.
Cuando se trata de ferris, los pasajeros no tendrán que estar vacunados, sin embargo, todos los buques regulados por el gobierno federal con más de 12 tripulantes deberán acatar la medida de vacunación obligatoria para todo su personal.
El gobierno dijo que trabajará con la industria de cruceros para establecer requisitos estrictos antes de la temporada de cruceros del 2022.
"Si ha hecho lo correcto y ya se ha vacunado, se merece la libertad de estar a salvo del COVID-19, de que sus hijos estén a salvo del virus y de volver a hacer las cosas que ama", dijo el Primer Ministro Justin.
Aproximadamente el 82 por ciento de los canadienses elegibles han recibido una dosis doble de alguna de las vacunas aprobadas por Health Canada, dijo la viceprimera ministra Chrystia Freeland en la misma sesión informativa.
"Esto... se trata de que el gobierno tome medidas en nombre de la mayoría que habló en las elecciones, para asegurarse de que una minoría de personas no pueda sabotear la recuperación económica de Canadá y que no haya posibilidad de que una cuarta ola u otras variantes nos causen más problemas", dijo Freeland.
Todos los empleados federales tienen hasta el 29 de octubre para proporcionar su estado de vacunación, después de lo cual podrían encontrar restringido su acceso a su lugar de trabajo y verse obligados a estar en una licencia administrativa sin goce de sueldo.
Aquellos que hayan recibido solo una de las dos inyecciones de COVID-19 serían colocados en licencia administrativa sin paga si no reciben su segunda inyección dentro de las 10 semanas posteriores a la primera dosis.
Aquellos servidores públicos que aún se nieguen a vacunarse antes del 15 de noviembre serán puestos en licencia sin goce de sueldo hasta que puedan demostrar que su estado de vacunación ha cambiado.
Trudeau dijo que las exenciones serán difíciles y onerosas de obtener y que simplemente tener una convicción personal de que las vacunas son “malas” no será suficiente.
Los empleados que proporcionen atestaciones falsas serán castigados con medidas disciplinarias, incluidos los despidos.
Esta política se aplica a más de 267.000 trabajadores, independientemente de que trabajen de manera presencial o de forma remota.
La nueva política no se aplica a los empleados de las corporaciones de la Corona ni a los miembros de las Fuerzas Armadas Canadienses; sin embargo, se les pide que apliquen medidas similares.
Stephane Aubry, vicepresidente del Instituto Profesional del Servicio Público de Canadá (PIPSC), dijo que su sindicato está preocupado por cómo se desarrollarán esas adaptaciones.
Si bien su sindicato no planea desafiar la nueva política, es posible que tengan que presentar quejas caso por caso, dijo.
"Esto es una preocupación para nosotros porque es presión sobre los empleados, y defenderemos a nuestros miembros tanto como podamos", dijo Aubry en una entrevista el miércoles.
ARTÍCULO POR: CORMAC MAC SWEENEY
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN: ELIANA GONZÁLEZ
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