El cuarenta por ciento de los adultos jóvenes en Canadá sienten que están en un punto crítico de salud mental en este momento, casi un 16 por ciento más que el promedio nacional, según una nueva encuesta.
La encuesta publicada por Maru Public Opinion analizó el estado de la salud mental en el país dos años después de la pandemia del COVID-19. Los adultos jóvenes, de 18 a 34 años, se encontraban en un estado significativamente peor que el promedio nacional.
Más del 30 por ciento siente que necesita ayuda profesional en cuanto a salud mental; pero no puede acceder a los servicios, mientras que el 27 por ciento ha experimentado recientemente pensamientos y sentimientos suicidas, casi el doble del promedio nacional del 15 por ciento.
La mayoría, más del 50 por ciento, está preocupada por su futuro porque la pandemia del COVID-19 parece despiadada.
Para la población general, el 35 por ciento dijo que su salud mental era peor que antes de la pandemia en febrero de 2020, mientras que solo uno de cada 10 encuestados dijo que estaba mejor.
Muchos adultos jóvenes también están muy preocupados por la salud mental de quienes los rodean. Casi el 60 por ciento está muy preocupado por la salud mental de las personas de su propia familia y más del 50 por ciento sabe de niños o jóvenes en su familia inmediata o círculo de amigos que han sufrido una crisis de salud mental en el último año.
El promedio nacional de quienes conocen a alguien cercano que ha experimentado una crisis de salud mental fue del 38 por ciento. Las mujeres, con un 44 por ciento, tenían muchas más probabilidades de ser conscientes de esta situación que los hombres con un 31 por ciento.
Las tasas de respuesta más altas para estas preguntas sobre salud mental se encontraron en Alberta, Manitoba y Saskatchewan.
La encuesta se realizó a fines de enero con 1.506 adultos canadienses seleccionados al azar que son panelistas en línea de Maru Voice Canada y tiene un margen de error de más o menos 2,5 por ciento, o de 19 veces de 20.
Una encuesta realizada en diciembre pasado encontró que casi el 50 por ciento de los canadienses estaban frustrados y otro 40 por ciento estaban ansiosos de cara al 2022. Poco después, las tasas de COVID-19 se dispararon y se introdujo otra ola de restricciones.
Desde entonces, las medidas de salud pública contra el COVID-19 se han levantado en su mayoría en todo el país, incluyendo los mandatos de uso de mascarillas, requisitos de aislamiento y pruebas de vacunación.
ARTÍCULO POR: MEREDITH BOND EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ MÁS INFORMACIÓN NACIONAL
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