Con muchos restaurantes luchando por mantenerse a flote durante el cierre de COVID-19, la provincia está lista para revelar una legislación el jueves que asegurará que las aplicaciones de entrega de alimentos no se aprovechen de la situación.
Ontario se está moviendo para limitar las tarifas que estas aplicaciones imponen a los restaurantes en regiones donde está prohibido comer en interiores, dice una fuente gubernamental de alto nivel.
El gobierno conservador progresista está listo para introducir la legislación que le daría a la provincia la autoridad para limitar temporalmente la cantidad que aplicaciones como UberEats y DoorDash pueden cobrar a los restaurantes en la zona de restricción gris o cerrada COVID-19 por sus servicios, según la fuente.
Los documentos obtenidos dicen que las empresas que contravengan la ley propuesta podrían enfrentar multas de hasta $ 10 millones.
La fuente dice que el límite aún no se ha establecido, pero la provincia está considerando algo similar a lo que se hizo en la ciudad de Nueva York, que recientemente limitó las comisiones de la aplicación de entrega al 20% para ayudar a los restaurantes a sobrellevar la pandemia.
El proyecto de ley también apunta a proteger el pago de los conductores de reparto y garantizar que las empresas no restrinjan sus zonas de reparto o eliminen ciertos restaurantes, dice la fuente.
La ley propuesta está destinada a brindar un alivio temporal a los restaurantes que ahora se ven obligados a depender de los pedidos a domicilio y para llevar como su única fuente de ingresos debido a las restricciones de COVID-19, las cuales prohíben el servicio en interiores, dice la fuente.
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ
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