Hasta 50.000 trabajadores de la educación en Ontario podrían ser despedidos si las vacunas COVID-19 fueran obligatorias para ese sector, dijo el martes el ministro de Educación de la provincia, Stephen Lecce.
En respuesta al NDP, Stephen Lecce dijo que una política de este tipo significaría despidos para decenas de miles de educadores cuando Ontario ya enfrenta desafíos de personal.
“Creo que debemos estar unidos y asegurarnos de que cualquier miembro del personal que ingrese a nuestra escuela tenga evidencia de vacunación o cuente con una prueba de detección de COVID-19, una prueba de antígeno negativa, para garantizar que estén seguros, garantizar que nuestras escuelas puedan contar con personal y que estos niños puedan continuar yendo a la escuela todos los días ”, dijo.
Una portavoz de Lecce dijo que el personal no vacunado debe dar negativo dos veces por semana.
"Esperamos el cumplimiento absoluto de nuestra directiva, aprobada por el director médico de salud, o de lo contrario ese personal no debe ingresar a las escuelas de Ontario", dijo Caitlin Clark en un comunicado.
La cifra de 50.000 incluye trabajadores de la educación como maestros, asistentes educativos, educadores de la primera infancia, directores, personal de la junta, personal ocasional y conserjes, que no están vacunados o no revelarán su estado de vacunación.
Más del 85 por ciento del personal educativo está completamente vacunado, mientras que aproximadamente el 15 por ciento restante ha dado fe de no estar completamente vacunado, incluidos aquellos que tienen exenciones médicas, o no han dicho nada de ninguna manera.
El líder del Partido Verde, Mike Schreiner, dijo que una tasa de vacunación del 80 por ciento no es lo suficientemente buena cuando los niños menores de 12 años no pueden ser vacunados.
Algunas juntas escolares, como la Junta Escolar del Distrito de Toronto, han promulgado políticas más estrictas que incluyen la posible rescisión de contratos.
El premier Doug Ford ha dicho que quiere todos los trabajadores sanitarios de primera línea deben ser vacunados; pero aún no ha tomado una decisión sobre si ordenarles inyecciones obligatorias.
Actualmente, los trabajadores de la salud y la educación en Ontario deben vacunarse contra el COVID-19 o hacerse la prueba del virus con regularidad.
Otro sector, la fuerza policial de Toronto, anunció recientemente que los agentes que no revelen su estado de vacunación antes del 30 de noviembre se considerarán "incapaces de realizar sus funciones" y se verán obligados a sentarse al margen sin cobrar un cheque de pago. TPS dijo que hasta la fecha, el 90 por ciento de los miembros han revelado su estado.
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ
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