Los cuerpos de más de 900 civiles fueron descubiertos en la región que rodea la capital ucraniana luego de la retirada de Rusia, la mayoría de ellos muertos por disparos, dijo la policía el viernes, evidencia que indica que muchas personas fueron “simplemente ejecutadas”.
El alarmante número surgió poco después de que el Ministerio de Defensa de Rusia prometiera intensificar los ataques con misiles en Kiev en respuesta a la supuesta agresión de Ucrania en territorio ruso. Esa advertencia siguió a la sorprendente pérdida del buque insignia de Moscú en el Mar Negro, que un alto funcionario de defensa de EE. UU. dijo el viernes fue alcanzado por al menos un misil ucraniano.
En medio de sus amenazas, Moscú continúa con los preparativos para una renovada ofensiva en el este de Ucrania. Los combates también continúan en la golpeada ciudad portuaria de Mariupol, donde los lugareños informaron haber visto tropas rusas desenterrando cuerpos.
Alrededor de Kyiv, Andriy Nebytov, jefe de la fuerza policial regional de Kyiv, dijo que los cuerpos fueron abandonados en las calles o se les dieron entierros temporales. Citó datos policiales que indican que el 95% murió por heridas de bala.
“En consecuencia, entendemos que bajo la ocupación, la gente simplemente fue ejecutada en las calles”, dijo Nebytov.
Cada día se encuentran más cuerpos, bajo los escombros y en fosas comunes, agregó. El mayor número de víctimas se encontró en Bucha, donde había más de 350, dijo.
Según Nebytov, los trabajadores de servicios públicos en Bucha reunieron y enterraron cuerpos en el suburbio de Kiev mientras permanecía bajo control ruso. Las tropas rusas, agregó, estaban “rastreando” a las personas que expresaban fuertes puntos de vista pro-ucranianos.
Podría haber más violencia reservada para Kiev después de que las autoridades rusas acusaran a Ucrania de herir a siete personas y dañar unos 100 edificios residenciales con ataques aéreos en Bryansk, una región fronteriza con Ucrania. Las autoridades en otra región fronteriza de Rusia también informaron el jueves de bombardeos ucranianos.
“El número y la escala de los ataques con misiles contra objetos en Kiev aumentarán en respuesta a que el régimen nacionalista de Kiev cometa ataques terroristas o desvíos en el territorio ruso”, dijo el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.
Los funcionarios ucranianos no han confirmado objetivos de ataque en Rusia, y los informes no pudieron verificarse de forma independiente.
Sin embargo, funcionarios ucranianos dijeron que sus fuerzas atacaron con misiles un buque de guerra ruso. Un alto funcionario de defensa de EE. UU. respaldó la afirmación y dijo que EE. UU. ahora cree que el Moskva fue alcanzado por al menos uno, y probablemente dos, misiles Neptune.
El Neptune es un misil antibuque desarrollado recientemente por Ucrania basado en un diseño soviético anterior.
El Moskva, llamado así por la capital rusa, se hundió el jueves mientras era remolcado al puerto después de sufrir graves daños. Aunque Moscú no reconoció ningún ataque y solo dijo que un incendio había provocado que detonaran las municiones a bordo, la pérdida del barco representa una victoria importante para Ucrania y una derrota simbólica para Rusia.
El Moskva tenía capacidad para transportar 16 misiles de crucero de largo alcance. La última vez que un buque de guerra tan grande se hundió en combate fue en 1982, cuando un submarino británico torpedeó un crucero de la armada argentina llamado ARA General Belgrano durante la Guerra de las Malvinas, matando a más de 300 marineros.
El hundimiento reduce la potencia de fuego de Rusia en el Mar Negro, aunque los analistas militares discreparon sobre la importancia del evento para el curso de la guerra. De cualquier manera, la pérdida fue vista como emblemática de la fortuna de Moscú en una invasión de siete semanas ampliamente vista como un error histórico luego de la retirada de la región de Kiev y gran parte del norte de Ucrania.
En su discurso nocturno del jueves, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy dijo a los ucranianos que deberían estar orgullosos de haber sobrevivido 50 días bajo el ataque ruso cuando los invasores “nos dieron un máximo de cinco”.
ARTÍCULO POR: ADAM SCHERCK, ROBERT BURNS Y YESICA FISCH
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ
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