Los expertos están expresando su preocupación por el “daño moral” entre los trabajadores de la salud que han sido atacados repentinamente después de que varias provincias implementaran los pasaportes de vacunación.
Elizabeth Peter, profesora de enfermería de la Universidad de Toronto, dijo que las enfermeras/os en la primera línea de la pandemia sufren de "daño moral", un término también utilizado por la Asociación de Hospitales de Ontario después de varias protestas frente a los hospitales de la provincia.
El término militar describe la difícil situación de los soldados que experimentan una violación extrema de sus valores morales; pero Peter dijo que es apropiado para los trabajadores de la salud agotados que intentan salvar vidas en el contexto de los manifestantes que se oponen a las vacunas contra el COVID-19 científicamente probadas.
La ira de muchos profesionales de la salud se ha convertido en indignación moral en este punto de la pandemia, dijo Peter.
“Prácticamente todos en el cuidado de la salud querrían ayudar a otras personas”, dijo. "Pero cuando los manifestantes les dicen que son humanos horribles y dañinos, es profundamente angustiante".
Peter está escribiendo dos estudios sobre el impacto moral de la pandemia, uno sobre enfermeras tituladas y el otro sobre enfermeras prácticas con licencia que trabajan en hogares de cuidados a largo plazo, basados en entrevistas que se terminaron la primavera pasada. Se necesita un estudio separado sobre los efectos posteriores en los trabajadores de primera línea para incluir las protestas contra la vacunación y otra ola de la enfermedad, agregó Peter.
A principios de esta semana, el gobierno de Alberta retiró un recorte salarial del tres por ciento propuesto para las enfermeras en la provincia. El sindicato de enfermeras ha dicho que la provincia todavía quiere concesiones como poner fin a los pagos globales, que equivalen a una reducción del dos por ciento en su salario neto.
El ministro de Finanzas, Travis Toews, dijo que la "nueva propuesta reconoce el arduo trabajo y la dedicación de las enfermeras de Alberta al mismo tiempo que respeta la difícil situación fiscal en la que se encuentra la provincia".
El Dr. Rod Lim, médico de la sala de emergencias pediátricas en London, Ontario, dijo que los trabajadores de la salud de todo el país ya se sienten "sitiados", pero la propuesta de contrato de Alberta y la negatividad de la protesta indican que los trabajadores de la salud no están siendo realmente valorados , incluso después de 18 meses de pandemia.
“Las protestas son desmoralizadoras”, dijo. “Hay una falta de decencia común, protestar frente a un hospital, retrasar a las personas que están tratando de recibir la atención que se merecen. No tienen nada que ver con las protestas, nada que ver con la política del gobierno y están siendo afectados negativamente. Esto es absolutamente enloquecedor y saca a relucir todo tipo de emociones".
Lim, quien preside el comité de bienestar de la Asociación Canadiense de Médicos de Emergencia, dijo que la escasez de enfermeras y otro personal en los departamentos de emergencia ha provocado que partes de algunas salas de emergencia se cierren cuando aumenta la cantidad de pacientes con COVID-19.
Dijo que debe haber una estrategia nacional de salud mental para los médicos que se ocupan de las consecuencias emocionales de la pandemia, en coordinación con las provincias.
"Nunca antes la salud mental de una fuerza laboral, especialmente entre los médicos, los profesionales que atienden las unidades de emergencias y las UCI en todo Canadá, ha estado tan a la vanguardia como lo está ahora".
ARTÍCULO POR: CAMILLE BAINS
FOTOGRAFÍA: DARRYL DYCK
EDICIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ
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