A medida que el movimiento por el derecho al aborto gana ritmo en América Latina, el problema se intensifica en República Dominicana, uno de los pocos países de la región con una prohibición total del aborto, donde los activistas acamparon por octavo día el viernes frente al palacio del presidente.
América Latina, donde la Iglesia Católica ha tenido un dominio cultural y político durante siglos, tiene algunas de las leyes de aborto más estrictas del mundo. Argentina legalizó el procedimiento médico en diciembre y los activistas por el derecho al aborto esperan que dé impulso a un movimiento regional.
En República Dominicana, un grupo de asesores presidenciales recomendó el martes que una actualización pendiente del código penal del país del siglo XIX, estancado desde fines de la década de 1990 sobre el tema, revise su postura.
Los asesores recomendaron que el código permita la interrupción cuando la vida de una mujer esté en peligro, el embarazo no sea viable o en casos de violación o incesto, similar a la flexibilización de las leyes de aborto que la conservadora Chile aprobó en 2017. Pero la comisión de justicia de la Cámara de Diputados lo rechazó el miércoles, proponiendo en cambio que el código penal permita el aborto solo cuando la vida de la madre esté amenazada.
Aunque la propuesta aún no está programada para ser debatida, ha provocado la ira tanto de los grupos religiosos que quieren mantener la prohibición total como de los activistas por el derecho al aborto que dicen que el aborto debería permitirse en las tres circunstancias propuestas por los asesores presidenciales.
Sin cambios, dicen los activistas por el derecho al aborto, las mujeres simplemente continuarán recurriendo a abortos clandestinos peligrosos que representan el 13 por ciento de las muertes maternas en el país caribeño.
“Somos las mujeres que mueren, somos las mujeres en peligro”, dijo Margarita Mercedes, una de las decenas de activistas que acamparon hace siete días frente al palacio nacional en el centro de Santo Domingo.
Su protesta se produce antes de una marcha que algunos grupos cristianos y de la sociedad civil planean realizar en la capital el 27 de marzo para mostrar su apoyo al mantenimiento de la prohibición absoluta del aborto.
“Los tres casos (en los que los asesores sugirieron permitir el aborto) son homicidios”, dijo el jueves el arzobispo de Santo Domingo, Francisco Ozoria. "Si aprueban a alguno de ellos, sea el que sea, es un asesinato".
Los grupos cristianos ya frustraron una vez un intento de aliviar la prohibición del aborto en el país, cuando ganaron un caso en la Corte Suprema desafiando un nuevo código penal aprobado por el Congreso en 2014 sobre la base de errores en los procedimientos legales.
Posteriormente, se retiró la actualización del código penal y el debate sobre el aborto se calmó, hasta ahora.
ARTÍCULO POR: EZEQUIEL ABIU LOPEZ
FOTOGRAFÍA: RICARDO ROJAS
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ
Comments