El premier de Quebec dijo que su provincia implementará un sistema de pasaporte de vacunación para evitar una cuarta ola.
Francois Legault dijo que el ministro de Salud, Christian Dubé, anunciará detalles en los próximos días sobre cómo funcionará el sistema y cuándo comenzará.
“Las personas que se han esforzado por recibir sus dos dosis deberían poder llevar una vida algo normal, teniendo acceso a todas las actividades, incluidas las no esenciales”, dijo Legault al explicar el plan de pasaporte de vacunación.
A principios de julio, el ministro de Salud Dubé dijo que en septiembre se implementaría un pasaporte de vacuna en las áreas donde ocurren los brotes de COVID-19, lo que requiere que las personas demuestren que están vacunadas para ingresar a lugares como gimnasios, bares o lugares donde la transmisión de COVID-19 sea alta.
Los funcionarios de salud de Quebec han informado un promedio de 160 nuevos casos diarios durante los últimos siete días, en comparación con los 74 de la semana anterior.
Hasta el jueves, el 84,3 por ciento de los quebequenses de 12 años o más han recibido una primera dosis de la vacuna COVID-19 y el 69,7 por ciento se considera completamente vacunado.
La idea de que las provincias canadienses implementen un pasaporte de vacunas ha sido un punto de controversia en los últimos meses; ya que el país continúa viendo mejores tasas de vacunación.
El premier de Ontario, Doug Ford, ha dicho que su provincia no hará que los pasaportes de vacunas sean obligatorios y hace unas semanas agregó que "nunca creyó en ese tipo de prueba de vacunación" y que "actualmente todos obtienen sus pruebas al vacunarse".
Por otro lado, la junta de asesoramiento científico COVID-19 de Ontario publicó recomendaciones sobre el tema de un pasaporte de vacunación, diciendo que un certificado podría usarse para regular la entrada a lugares de alto riesgo, incluidos gimnasios, restaurantes, eventos culturales y deportivos y en entornos como escuelas y lugares de trabajo que requieren vacunación obligatoria.
A nivel internacional, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció el martes que la ciudad de Nueva York exigirá la prueba de la vacuna COVID-19 para ingresar a ciertos negocios en espacios cerrados, incluidos todos los restaurantes, lugares de entretenimiento y gimnasios cubiertos.
Ese nuevo requisito, que entrará en vigor el 16 de agosto, se aplica a los restaurantes, gimnasios y lugares de entretenimiento bajo techo.
En cuanto a Canadá, los médicos de salud pública del país han dicho que el país está viendo el comienzo de una cuarta ola de COVID-19; pero que la gravedad de esa ola dependerá en gran medida de las vacunas.
La variante Delta, que es más contagiosa, se está volviendo dominante en Canadá; pero el Dr. Zain Chagla, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad McMaster en Hamilton, Ontario, dijo que debido a que las vacunas funcionan tan bien contra enfermedades graves, es poco probable que esta ola se acerque a los niveles de crisis de las tres primeras olas.
“No preveo un escenario en el que volvamos a como eran las cosas en abril de 2020, dado que el 80 por ciento de la población, incluso si contrae COVID-19, probablemente no terminará con más que síntomas parecidos a los de la gripe durante un par de días y luego se recuperará”, dijo Chagla.
Un informe reciente de los EE. UU., que sugiere que las personas vacunadas pueden transmitir COVID-19 tan fácilmente como las personas no vacunadas, expresó su preocupación por la efectividad de las vacunas; pero el informe también señala que la mayoría de las infecciones todavía ocurren en personas no vacunadas.
ARTÍCULO POR: LUCAS CASALETTO
FOTOGRAFÍA: TWITTER / @FRANCOISELEGAULT
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ
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