Uno de los sindicatos más grandes de la ciudad de Toronto está luchando contra la política de vacunación obligatoria del consejo para los trabajadores de la ciudad.
La Unidad Local 416 del Sindicato Canadiense de Empleados Públicos (CUPE), que representa a alrededor de 5.000 trabajadores externos, incluidos paramédicos y recolectores de basura, ha presentado una queja oficial, diciendo que la política "no es razonable y viola las disposiciones del convenio colectivo".
Un aviso a los trabajadores también anunció que si la gerencia se acercaba a alguno de los empleados, ellos podrán solicitar representación sindical.
El portavoz de la ciudad, Brad Ross, no estuvo de acuerdo y dijo que la política y sus plazos para evitar acciones punitivas continuarán sin cambios.
“Dejaremos que el proceso de quejas se desarrolle como lo haría normalmente; pero la política de la ciudad seguirá tal como está ahora, estamos seguros de que cumple con el convenio colectivo”, dijo Ross.
Bajo esta política, los trabajadores debe demostrar a su empresa que han sido vacunados completamente para la semana del 1 de noviembre. Si no lo hacen serán puestos en licencia sin sueldo.
Si aún no han presentado evidencias de vacunación antes del 13 de diciembre, podrían ser despedidos.
El 94 por ciento de los trabajadores de la ciudad ya ha revelado su estado de vacunación y de ellos, el 89 por ciento está completamente vacunado contra el COVID-19 y otro cinco por ciento ya ha recibido su primera dosis.
Ross no sabía si algún otro sindicato local ha presentado alguna queja.
ARTÍCULO POR: MARK DOUGLAS
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ
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