Los grupos ambientalistas en Canadá están pidiendo un cambio monumental en nuestra economía, ya que el Primer Ministro promete un plan de recuperación verde en el próximo discurso del trono.
El primer ministro Justin Trudeau utilizará el discurso para revelar lo que él llama una hoja de ruta ambiciosa para reconstruir Canadá luego del impacto económico y social de la pandemia de COVID-19.
“Es la mayor oportunidad económica que hemos tenido en al menos un siglo”, dice Michael Bernstein, director ejecutivo de Clean Prosperity, uno de los muchos grupos que piden públicamente cambios significativos. Para alejar a nuestro país de los combustibles fósiles, les gustaría ver grandes inversiones en la producción de energía renovable, tecnologías verdes y vehículos de cero emisiones.
También hay un fuerte impulso para que el gobierno cree un programa a largo plazo para modernizar los edificios comerciales y las casas para hacerlos más eficientes energéticamente.
“Las renovaciones de energía profunda no solo reducen nuestras facturas de electricidad, no solo producen edificios más cómodos, sino que realmente están asociadas con mucho valor económico y empleos”, dice Isabelle Turcotte del Instituto Pembina.
Si la economía se va a transformar en un futuro más verde, los defensores dicen que la fuerza laboral debe adaptarse y el gobierno de Trudeau debería poner un nuevo enfoque en los programas para capacitar a los trabajadores en las habilidades necesarias para los trabajos de economía limpia. Algunos creen que los trabajadores con trabajos en el sector del gas y el petróleo en dificultades podrían cambiar fácilmente a puestos en empresas de energía limpia.
Los grupos ambientalistas también están presionando al gobierno federal para que adjunte hilos ecológicos a cualquier financiamiento para otras industrias, continúe con su programa de impuestos al carbono y cumpla con su promesa de prohibir los plásticos de un solo uso, con una exención para suministros médicos y equipo de protección personal.
“Puede llevarnos hacia adelante hacia nuestros objetivos climáticos o puede hacernos retroceder hacia una mayor contaminación”, dice Keith Brooks, director de programas de Environmental Defense, quien cree que el país se encuentra en un punto crítico. Él cree que las acciones enérgicas ahora pueden ayudar a Canadá a cumplir sus objetivos climáticos para 2030 y 2050, a pesar de los retrasos en las políticas debido a la pandemia.
Pero este cambio ecológico probablemente no será barato.
Varios grupos estiman que el costo de todas estas medidas será de al menos 50.000 millones de dólares durante los próximos cinco años.
"Esta es una verdadera inversión", argumenta Bernstein. "Este es dinero que se destinará a crear oportunidades económicas, y si hacemos las cosas bien, en realidad vamos a ahorrar dinero a los canadienses a largo plazo".
El gobernador general pronunciará el discurso del gobierno de Trudeau desde el trono el 23 de septiembre.
ARTÍCULO POR: CORMAC MAC SWEENEY
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN: ELIANA GONZÁLEZ
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