El gobierno federal está listo para presentar un presupuesto el jueves con el objetivo de atender varias emergencias nacionales e internacionales e importantes compromisos de financiación.
Una de las tareas más importantes de esa lista es abordar los sistemas de atención médica en declive de Canadá, que han estado al límite por dos años de la pandemia y es probable que continúen luchando bajo el peso de los retrasos quirúrgicos masivos.
Si bien muchos de los problemas que el gobierno busca resolver requieren soluciones multimillonarias, los grupos que representan a los trabajadores de la salud dicen que su solicitud principal es relativamente barato: quieren un plan.
“Esta crisis de recursos de salud humana realmente se está volviendo extrema y está impactando dramáticamente nuestra capacidad de cuidar a las personas”, dijo la Dra. Katharine Smart, presidenta de la Asociación Médica Canadiense.
Médicos, enfermeras y otros trabajadores de la salud redujeron sus horas y abandonaron la industria en masa, dijeron sus asociaciones profesionales; pero no existe un plan nacional para determinar exactamente cuántos se han perdido o cómo reemplazarlos.
Varios grupos, incluido CMA, se han unido para pedirle al gobierno federal que avance con una estrategia en recursos humanos, o incluso con una agencia, que cuente, rastree, capacite y retenga a los profesionales de la salud para mantener a flote los sistemas de Canadá.
“No tiene sentido que en 2022 no sepamos cuántos trabajadores de cuidado personal tenemos en este país. No sabemos cuántas enfermeras se jubilarán”, dijo Linda Silas, presidenta de la Federación Canadiense de Sindicatos de Enfermeras/os.
Los profesionales de la salud le han pedido al gobierno federal un plan basado en datos durante una década, dijo Silas.
“Les estábamos advirtiendo, 'se van a enfrentar a otra escasez'”, dijo Silas. “Si queremos continuar apoyando nuestro preciado programa, debemos apoyar a su fuerza laboral”.
Smart dijo que el costo inicial para poner en marcha la idea sería tan pequeño, como de $ 2 millones, una miseria en comparación con el alcance del presupuesto federal. Esa suma relativamente pequeña podría significar que el gobierno obtenga más por su dinero más adelante y que los canadienses obtengan un mejor sistema, dijo.
“Puede haber mucho finaciamiento; pero ¿cuáles son los resultados que estamos obteniendo?, ¿Cuál es la calidad?, ¿Cómo nos aseguramos de que nuestro sistema avance de manera que esas inversiones realmente estén cosechando las recompensas para los canadienses?" dijo ella.
Eso no quiere decir que el gobierno no esté planeando un gasto importante para hacer frente a las consecuencias del COVID-19 y cualquier ola futura del virus.
ARTÍCULO POR: LAURA OSMAN
FOTOGRAFÍA: NATHAN DENETTE
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ
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