Will Smith renunció el viernes a la academia cinematográfica luego de su bofetada en la noche de los Oscar a Chris Rock y dijo que aceptaría cualquier otro castigo que le impusiera la organización.
Smith, en un comunicado emitido el viernes por la tarde, dijo que aceptará plenamente todas y cada una de las consecuencias de su conducta. Agregó que sus acciones en la presentación de los Premios de la Academia Nº 94 fueron impactantes, dolorosas e inexcusables.
“Traicioné la confianza de la Academia. Privé a otros nominados y ganadores de su oportunidad de celebrar y ser celebrados por su extraordinario trabajo”, dijo en su comunicado. "Tengo el corazón partido. Quiero volver a centrarme en aquellos que merecen atención por sus logros y permitir que la Academia vuelva al increíble trabajo que realiza para apoyar la creatividad y el arte en el cine. El cambio lleva tiempo y estoy comprometido a hacer el trabajo para asegurarme de nunca permitir que la violencia supere a la razón”, concluyó Smith en el comunicado.
La renuncia se produjo dos días después de que la junta directiva de la academia se reuniera para iniciar procedimientos disciplinarios contra Smith por violaciones a las normas de conducta del grupo.
El presidente de la academia de cine, David Rubin, dijo que se aceptó la renuncia de Smith.
“Continuaremos avanzando con nuestros procedimientos disciplinarios contra el Sr. Smith por violaciones de los Estándares de Conducta de la Academia, antes de nuestra próxima reunión de la junta programada para el 18 de abril”.
Smith pierde los privilegios de voto con su renuncia; pero hay otros beneficios menos tangibles de ser parte de la academia, la organización más prestigiosa de Hollywood que otorga credibilidad en la industria a sus miembros. Pertenecer a esta comunidad es solo por invitación y con una revisión de membresía una vez al año.
De haber sido expulsado, Smith se habría unido a un pequeño grupo de hombres retirados de la academia: Harvey Weinstein, Roman Polanski, Bill Cosby y el actor Carmine Caridi.
El domingo pasado, Smith subió al escenario desde su asiento de primera fila en el Dolby Theatre y golpeó a Rock, quien había hecho una broma a expensas de la esposa de Smith, Jada Pinkett Smith. Momentos después, ganó el premio al mejor actor por su papel en "King Richard".
Smith sorprendió a la multitud del teatro y a los espectadores en casa cuando subió al escenario después de que Rock bromeara: “Jada, te amo. 'GI Jane 2', no puedo esperar para verla".
Después del ataque de Smith, regresó a su asiento y le gritó enojado dos veces a Rock que "no volviera a pronuncia el nombre de su esposa". Cuando Smith volvió a subir al escenario menos de una hora después para aceptar su Oscar, entre lágrimas se disculpó con la academia pero omitió notablemente cualquier mención de Rock.
Pinkett Smith, que sufre de alopecia; una condición de pérdida de cabello, tenía la cabeza muy rapada similar a la de Demi Moore en la película original.
Rock, que estaba a punto de presentar el Oscar al mejor documental, se negó a presentar cargos cuando la policía se lo preguntó. Solo ha abordado el ataque públicamente brevemente, y dijo en un concierto de comedia en Boston esta semana que todavía estaba "procesando lo que sucedió".
Las consecuencias fueron inmediatas e intensas. Smith tenía partidarios por salir en defensa de su esposa; pero fue ampliamente criticado por responder con violencia y por estropear tanto su anhelada victoria en el Oscar como por eclipsar a los otros ganadores de la noche.
ARTÍCULO POR: LYNN ELBER
FOTOGRAFÍA: CHRIS PIZZELLO
EDICIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ
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