EL juez Stephen Brown condenó a Mario Roca Morales, de 51 años, a ocho años y seis meses de prisión, tras lo cual casi con seguridad será deportado a Guatemala por delitos de trata de seres humanos.
A principios de mes se declaró culpable de tres delitos de trata, pero el tribunal también escuchó detalles de seis víctimas de México que vivían bajo su control en Hamilton y eran explotadas para trabajar en diversos lugares de trabajo, como la construcción, el reciclaje, el paisajismo, la limpieza y otras industrias para su beneficio económico.
Brown también ordenó que se recogiera una muestra de ADN, que se prohibieran las armas de por vida y que se prohibiera a Roca Morales ponerse en contacto con cualquiera de las víctimas.
Roca Morales fue uno de los seis acusados tras una investigación de dos años llevada a cabo por la RPMC y la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá, en la que en 2021 se descubrió que 80 extranjeros procedentes de México trabajaban ilegalmente en las zonas de Niágara y Hamilton.
Según la sinopsis del caso de Roca Morales, tenía seis víctimas viviendo en dos direcciones donde las explotaba laboralmente y las controlaba mediante amenazas. Las víctimas se quejaban de que se emborrachaba con frecuencia y algunas sufrieron acoso y agresiones sexuales.
En todos los casos, Roca Morales cobraba a las víctimas el alquiler y otros gastos y las hacía trabajar para que le pagaran, pero recibían poco dinero a cambio de su trabajo y a veces no tenían suficiente comida.
Dos de las víctimas eran hermanas que llegaron en abril de 2018 y fueron obligadas a vivir en un apartamento de una habitación en el número 100 de la avenida Forest con Roca Morales, donde dormían en una esterilla en el salón. El apartamento estaba infestado de bichos y cucarachas.
Varias otras víctimas fueron encontradas cuando la policía ejecutó una orden de registro en 189 Picton St. en septiembre de 2019. Una mujer fue agredida sexualmente y a otra le dijo que podía pagar la deuda acostándose con él. Otra víctima dijo a la policía que Roca Morales le pidió que le ayudara a blanquear dinero.
El juez dijo que Mario Roca Morales controlaba a sus víctimas, las mantenía en condiciones miserables y utilizaba amenazas y coerción “para que trabajaran básicamente como esclavos humanos”.
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