nivel nacional.
Según estas cifras los liberales tienen un 42% de intención de voto, mientras que los conservadores han bajado a 37%. Esto coloca a los liberales en camino a un cuarto mandato y la posibilidad de lograr un gobierno en mayoría, algo que hace apenas dos meses era impensable.
El NDP también ha perdido empuje, y en esta última encuesta bajan a un 9%, así que los liberales han crecido no solo a costa de los conservadores, sino también del NDP.
Para que se hagan una idea de qué tanto han cambiado los números, en la medición del mes de enero del Instituto Angus Reid, los conservadores lideraban con un 43%, los liberales estaban en un lejano 29% y el NDP marcaba 13%.
En su informe Angus Reid señala varias causas para este cambio tan drástico en la política canadiense: el líder conservador Pierre Poilievre ha perdido a dos de sus principales objetivos: Justin Trudeau y el impuesto al carbono, y el presidente estadounidense Donald Trump ha generado una ola de orgullo y nacionalismo canadiense con amenazas de aranceles y anexión. Durante este trimestre, el apoyo liberal ha aumentado 30 puntos en la ciudad de Toronto y 25 puntos en 905 distritos electorales.
Carney asume el cargo con algunas ventajas clave sobre Poilievre. La mayoría de los canadienses lo considera el más indicado para gestionar la actual guerra comercial y las amenazas de anexión de Trump.
Más claramente, el 41% considera ahora a Carney como el candidato más adecuado para ser primer ministro, frente al 29% que opina que Poilievre. Cuando Trudeau era el primer ministro, Poilievre aventajaba al líder liberal por 19 puntos como la mejor persona para dirigir el país, según la encuesta Angus Reid.
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