Ayer inició oficialmente la campaña electoral en Canadá, después de que el primer ministro Mark Carney le solicitó a la gobernadora general la disolución del Parlamento y el llamado a elecciones para el 28 de abril.
Los líderes de los partidos no han perdido tiempo y hoy han estado en mítines y actividades de campaña en distintos puntos del país. Es que esta será una campaña electoral muy corta, en la que solo tienen 36 días para convencer al electorado.
Unas elecciones donde el tema de los aranceles y las amenazas de Trump a la soberanía canadiense ha cobrado la mayor importancia para los votantes y los candidatos lo saben. Todos intentan posicionarse como el más capacitado para enfrentar a Donald Trump y sus ataques.
Se refiere a unas declaraciones que dio la premier de Alberta en una entrevista radial en la que dijo que había pedido a funcionarios de la administración Trump que pusieran en pausa los aranceles hasta después de las elecciones porque el tema estaba perjudicando a los conservadores y beneficiando a los liberales, y que además Poilievre estaba más alineado con las ideas de Trump que los liberales.
Por su lado Poilievre dedicó una parte importante del discurso de su lanzamiento de campaña para distanciarse de Trump y condenar sus constantes ataques a Canadá.
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