Más de 2,300 fallecidos es la cifra mortal que deja, hasta ahora, el fuerte terremoto que hoy sacudió a Turquía y Siria. Se teme que muchos más permanezcan bajo los escombros.
Ahora los esfuerzos de ambos países se concentran en tratar de rescatar a la mayor cantidad de personas posibles, luego de que el fuerte sismo de 7.8 en la escala Richter sorprendiera a la población que dormía en horas de la madrugada.
Edificios enteros se desplomaron, algunos durante el fuerte terremoto y otros con las posteriores réplicas en horas de la mañana.
Las imágenes de dolor y desesperación de los turcos buscando bajo el concreto destruido han recorrido el mundo, pero también las de rescates exitosos de hombres, mujeres y niños que quedaron atrapados bajo los escombros.
Expertos señalan que las condiciones climáticas, con lluvias y temperaturas bajo cero, dificultarán las labores de rescate.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, lo ha llamado "el peor desastre que ha vivido el país en el último siglo, después del terremoto de 1939 en Erzincan".
Varios gobiernos alrededor del mundo se comprometieron a enviar ayuda después de que Turquía hiciera un llamamiento internacional de ayuda.
Canadá, Estados Unidos, Rusia, Alemania e Israel se encontraban entre las muchas naciones que se ofrecieron a enviar ayuda.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que los miembros de la alianza estaban movilizando apoyo para ayudar a Turquía a lidiar con las consecuencias, y la Unión Europea también dijo que planeaba movilizar ayuda.
Comments