Canadá asumirá la presidencia del G7 este 2025 y recibirá a los líderes mundiales en Alberta en junio, liderando el foro de las siete economías más avanzadas del mundo en un momento de gran incertidumbre política.
El G7 está conformado por Estados Unidos, Francia, Alemania, Japón, Reino Unido, Italia, Canadá y la Unión Europea. Este grupo de países toma decisiones por consenso que generalmente marcan la agenda mundial.
La presidencia rotatoria implica una serie de reuniones en todo el país anfitrión para altos funcionarios de los países del G7, quienes coordinan políticas que van desde la defensa hasta la regulación digital.
La presidencia culmina con una cumbre de líderes, donde los jefes de gobierno se reúnen para hacer un balance de los principales desafíos del mundo. Eso a menudo termina con un comunicado que marca el tono para otras democracias industrializadas y puede dar forma a las políticas globales en las Naciones Unidas.
Ottawa tiene previsto realizar la cumbre del 15 al 17 de junio en Alberta. Esta es la séptima vez que Canadá asume la presidencia del grupo desde que se unió en el 1976.
Este año el reto añadido es Donald Trump, quien prefiere los acuerdos directos en vez de los multilaterales. De hecho, en su pasada administración sus participaciones en las cumbres del G7 retrasaron las negociaciones por diferencias en temas como el cambio climático. A esto se suma el caos político en Ottawa, con equipos de negociación cambiantes.
Hasta mediados de diciembre la ex ministra de finanzas era la encargada del equipo de las negociaciones con Estados Unidos. Tras su renuncia asumió el papel Dominic LeBlanc, pero si el gobierno es derrocado en una moción de censura probablemente se conforme otro nuevo equipo.
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