Se espera que la Cámara de los Comunes apruebe el jueves un amplio proyecto de ley para combatir la injerencia extranjera, ampliando los poderes de los servicios de inteligencia canadienses, introduciendo nuevos delitos penales y creando un registro de agentes extranjeros.
El proyecto de ley C-70, Ley de lucha contra la injerencia extranjera, llega en un momento en que el gobierno liberal se enfrenta a una creciente presión para hacer frente a las amenazas de las comunidades de la diáspora al proceso electoral canadiense.
La semana pasada, un sorprendente informe del Comité de Seguridad Nacional e Inteligencia de los Parlamentarios (NSICOP) afirmaba que había parlamentarios colaborando "a sabiendas" o "semiconscientemen te" con gobiernos extranjeros.
El martes, los diputados aprobaron una moción del Bloc Québécois para que la investigación pública sobre la injerencia extranjera investigue estas graves acusaciones.
La comisión de investigación, dirigida por la jueza quebequesa Marie-Josée Hogue, publicó el mes pasado un informe provisional que determinaba la intromisión de China en las dos últimas elecciones. Los esfuerzos no cambiaron el resultado de las votaciones de 2019 y 2021, pero sí "empañaron el proceso" al socavar los derechos de los canadienses, concluyó Hogue.
Los conservadores, que apoyan el proyecto de ley C-70, han acusado a los liberales de dar largas al asunto de la injerencia extranjera, y han presentado una moción para acelerar la tramitación del proyecto de ley de modo que esté en vigor antes de las próximas elecciones, previstas para octubre de 2025.
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