Al menos 63 personas murieron en el este de España tras inundaciones repentinas que arrastraron autos, convirtieron calles de pueblos en ríos y cortaron líneas ferroviarias y autopistas, en el peor desastre natural que ha golpeado a la nación europea en la memoria reciente.
Los servicios de emergencias en la región oriental de Comunidad Valenciana confirmaron una cifra de 62 muertos allí el miércoles. La oficina del gobierno central para la región de Castilla La Mancha agregó que una mujer de 88 años fue encontrada muerta en la ciudad de Cuenca.
Las tormentas del martes provocaron inundaciones en una amplia zona del sur y el este de España, desde Málaga hasta Valencia. Aguas de color lodo arrastraron vehículos calle abajo a velocidades peligrosas. Trozos de madera flotaban entre enseres domésticos. La policía y los rescatistas utilizaron helicópteros para evacuar a personas de sus casas y botes de goma para alcanzar a conductores atrapados en los techos de los autos.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, dijo que decenas de pueblos habían quedado inundados. “A quienes en esta hora siguen buscando a sus seres queridos, España entera llora con todos y con todas vosotros”, dijo Sánchez en un discurso televisado. “Nuestra prioridad absoluta es ayudaros. Vamos a poner todos los medios necesarios hoy y mañana y el tiempo que haga falta para que podamos recuperarnos de esta tragedia”.
Las autoridades reportaron varias personas desaparecidas la noche del martes, pero la mañana siguiente trajo el impactante anuncio de que se había encontrado muertas a decenas de víctimas.
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