Paris Hilton, testificó ante un comité del Congreso de Estados Unidos, compartiendo sus desgarradoras experiencias de supuestos abusos en un centro privado para jóvenes en Utah durante su adolescencia. Con ahora 43 años, pidió reformas significativas en el sector del tratamiento de menores, al que acusó de dar prioridad a los beneficios sobre el bienestar de los niños vulnerables.
Hilton narró que sus padres fueron engañados por este centro que prometía ayudar a adolescentes problemáticos. Describió cómo la "obligaban a tomar medicamentos y abusaban sexualmente de ella" en el centro, que sus padres creían que era un internado normal.
Su testimonio puso de relieve los problemas más generales de la llamada "industria de los adolescentes con problemas", que incluye centros de tratamiento que funcionan como hogares de grupo para niños con necesidades médicas o conductuales complejas. Hilton acusó al sector, valorado en miles de millones de dólares, de descuidar el cuidado y la protección de los niños a los que atiende.
Su testimonio en el Congreso pretendía conseguir apoyo para la Stop Institutional Child Abuse Act, un proyecto de ley que propone la supervisión federal del problemático sector de los adolescentes. La legislación pretende establecer sistemas transparentes de denuncia de abusos y directrices nacionales sobre las mejores prácticas en estos centros, garantizando que se reconozcan y respeten las diversas necesidades de los niños.
Cabe aclarar que un reciente informe del Departamento de Salud y Servicios Humanos subrayó la urgencia de la reforma, revelando que muchos estados de EE.UU. no supervisan adecuadamente el tratamiento de los niños en estos centros y no documentan adecuadamente los casos de abuso.
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