Otra subida de tipos del Banco de Canadá esta semana corre el riesgo de empujar a la economía canadiense a una profunda recesión que podría costar el trabajo a cientos de miles de personas, según teme un número creciente de economistas.
El banco anunciará el miércoles por la mañana si elevará su tasa de interés clave para préstamos a un día por octava vez consecutiva, y los mercados ya están descontando un aumento de 25 puntos básicos (un cuarto de punto porcentual).
Ese aumento, dijo el economista Jim Stanford, sería un grave error por una simple razón: la economía aún no ha sentido el impacto total de los siete aumentos de tasas en 2022 y ya está luchando.
Si hay una recesión “técnica” leve (dos trimestres consecutivos de reducción del PIB), es posible que no se pierdan muchos puestos de trabajo. Pero una recesión más profunda podría significar que 300.000 personas pierdan sus trabajos y que la tasa de desempleo alcance el nueve por ciento, dijo Stanford, economista jefe del Center for Future Work.
En National Bank Financial, los economistas Matthieu Arseneau y Taylor Schleich dijeron que el Banco de Canadá ya ha golpeado los precios de la vivienda y también ha provocado una gran caída en la confianza del consumidor y el gasto empresarial.
“Aquellos que argumentan que otro aumento de 25 puntos básicos no acabará con la economía olvidan que, en esta etapa del ciclo económico, el impacto de nuevos aumentos no es lineal. En otras palabras, el aumento marginal podría ser la gota que colma el vaso”, escribieron Arseneau y Schleich.
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