El director interino del Servicio Secreto, Ronald Rowe, ofreció esta tarde una rueda de prensa en la que asumió a nombre de la institución la responsabilidad por el atentado contra Donald Trump, señalando que el techo desde donde disparó el atacante nunca debió estar desprotegido, y que debió ser considerado por el personal actuante como un punto vulnerable.
Rowe dijo que la culpa del fracaso en la protección de este evento no se le puede atribuir a la policía local, pues el punto desde donde disparó el atacante estaba muy cerca del área del mitín y por lo tanto debió haber estardo dentro del perímetro protegido por Servicio Secreto.
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