Los incendios forestales en Canadá este año han liberado 290 millones de toneladas de carbono, duplicando un récord anual anterior, y las emisiones aumentarán a medida que cientos de incendios permanecen activos en todo el país, según el Servicio de Monitoreo Atmosférico Copernicus de la UE.
Las emisiones estimadas de incendios canadienses representan más del 25 por ciento del total mundial para 2023 hasta la fecha, y están muy por encima del récord canadiense anterior de 138 millones de toneladas registrado en 2014, dijo Copernicus el jueves. El monitoreo satelital de emisiones comenzó en 2003.
La temporada de incendios forestales de este año también es la peor registrada en cuanto al tamaño del área quemada, con unos 131.000 kilómetros cuadrados ya arrasados en el este y oeste de Canadá. Eso es aproximadamente del tamaño de Grecia, y mayor que el área combinada quemada en 2016, 2019, 2020 y 2022, según el Centro Interinstitucional de Incendios Forestales de Canadá.
El humo de los incendios forestales canadienses cubrió varias ciudades importantes este año, incluidas la ciudad de Nueva York y Toronto, y provocó que las autoridades de salud pública emitieran alertas sobre la calidad del aire. El humo de los incendios forestales está relacionado con tasas más altas de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y más visitas a las salas de emergencia por afecciones respiratorias.
Casi todas las 13 provincias y territorios de Canadá se han visto afectados por incendios forestales. El jueves había más de 1.040 incendios en Canadá, de los cuales unos 660 se consideraban fuera de control.
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