Según representantes del sector empresarial la reducción del número de nuevas admisiones en el país podría tener consecuencias negativas para la economía y plantear desafíos para el comercio.
La Federación Canadiense de Empresas Independientes (CFIB) ha dicho que sus miembros están luchando por encontrar personas para contratar para los puestos vacantes en muchas partes de Canadá.
"Ya sabes, la gente no hace cola para conseguir un trabajo en el turno de noche en un restaurante de comida rápida", dijo el presidente de la CFIB, Dan Kelly, quien calificó a los inmigrantes temporales y permanentes como "una bendición para la economía canadiense" y fundamentales para el funcionamiento de las empresas en todo el país.
"Va a doler", dijo, y agregó que tanto el anuncio del jueves sobre las cifras de inmigración como los cambios recientes en el programa de trabajadores extranjeros temporales representan una "reducción drástica".
Kelly dijo que los miembros de su organización tienen dificultades para contratar personal de la fuerza laboral existente en Canadá y sienten que se ven obligados a buscar en otros lugares para cubrir miles de puestos.
En una declaración pública, la Cámara de Comercio Canadiense expresó preocupaciones similares.
"La inmigración es un motor clave del crecimiento económico y nuestra única fuente de crecimiento de la fuerza laboral en el futuro cercano. Es más imperativa que nunca en el contexto del envejecimiento de nuestra población, las bajas tasas de fertilidad y la actual ola de jubilaciones", escribió Diana Palmerin-Velasco, directora senior de Futuro del Trabajo en la cámara.
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