El gobierno federal anunció que extenderá hasta el 2027 la prohibición para que compradores extranjeros adquieran viviendas en Canadá.
Los ciudadanos y empresas extranjeras no podrán comprar propiedades residenciales durante dos años más que lo estipulado, pues la medida original era hasta el 2025.
Según la prohibición, que entró en vigor el año pasado y expirará a principios de 2025, las empresas comerciales extranjeras y las personas que no sean ciudadanos canadienses o residentes permanentes tienen prohibido comprar propiedades residenciales en Canadá.
Hay algunas excepciones para aquellos con permisos de trabajo temporales, solicitantes de asilo y estudiantes internacionales que cumplen con ciertos criterios.
Los no canadienses que infrinjan la prohibición serían multados con hasta 10.000 dólares y se les ordenaría vender la propiedad.
La información la confirmó a través de un comunicado la ministra de finanzas, Chrystia Freeland, como una medida para que haya más viviendas disponibles para los canadienses.
"Al extender la prohibición a los compradores extranjeros, garantizaremos que las casas se utilicen como viviendas para que vivan familias canadienses y no se conviertan en una clase de activo financiero especulativo. El gobierno tiene la intención de utilizar todas las herramientas posibles para hacer que la vivienda sea más asequible para los canadienses en todo el país", dijo Freeland.
Los datos de Statistics Canada de 2020, el año más reciente registrado, mostraron que el siete por ciento de la oferta de condominios de Columbia Británica era propiedad de no residentes con fines de inversión. La cifra se situó en el 5,6 por ciento en Ontario.
Las propiedades de inversión se concentraron en el centro de Vancouver y Toronto, según muestran los datos.
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