El gobierno federal reaccionó al duro informe de la auditora general de Canadá, Karen Hogan, sobre la implementación de la aplicación ArriveCan, que puso en marcha el país durante la pandemia del Covid-19 para la admisión de personas a través de sus fronteras.
La auditoría concluyó que hubo un “flagrante desprecio por las prácticas básicas de buena gestión y contratación”, que la aplicación costó mucho más que lo originalmente informado y la auditora se mostró escandalizada por la falta de registros financieros que avalen las operaciones de su implementación sobre todo por la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá.
Dominic LeBlanc, ministro de Seguridad Pública y preparación de Emergencias, admitió que las cosas no se hicieron de la mejor manera:
El informe de la Auditora General, estimó que el precio de ArriveCan fue de aproximadamente 59,5 millones de dólares, pero debido al deficiente mantenimiento de registros de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá hizo imposible determinar su costo preciso. El gobierno federal había previsto originalmente 80.000 dólares para crear la versión inicial de la aplicación.
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