El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió en su discurso de apertura ante la Asamblea General a la que asisten los líderes de todo el mundo, que el Líbano se encuentra al borde del abismo, que la comunidad internacional no puede permitir que se convierta en otra Gaza.
El número de víctimas mortales de un bombardeo israelí masivo en Beirut ascendió a casi 560 personas, mientras miles huían del sur del Líbano, con las dos partes al borde de una guerra total.
Desde primera hora de la mañana del martes se dispararon 100 cohetes desde Líbano hacia el norte de Israel, donde provocaron incendios y daños en edificios en el segundo día de las renovadas hostilidades entre Israel y Hezbollah, dijo el Ejército israelí.
Hezbollah ha estado disparando intensas andadas de cohetes hacia territorio israelí mientras Israel intensifica sus operaciones en Líbano. El lunes, los ataques israelíes mataron a casi 500 personas, de acuerdo con las autoridades de salud libanesas, y el ejército israelí ordenó la evacuación del sur de Líbano.
Las familias libanesas que abandonaron las poblaciones más meridionales durmieron en albergues improvisados en escuelas en la capital, Beirut, y en la ciudad costera de Sidón. Quienes no pudieron encontrar refugio en otro lugar, pasaron la noche en autos, parques y en el paseo marítimo.
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