Con el comienzo de la temporada de viajes de verano, los canadienses y los visitantes podrían tener que enfrentarse a largas esperas en la frontera debido a una posible huelga de los trabajadores de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA), que podría darse el jueves.
Más de 9.000 miembros de la Alianza de Servicios Públicos de Canadá (PSAC) que trabajan para la CBSA, incluidos los guardias fronterizos, han obtenido un mandato de huelga. La mediación entre ambas partes comienza el 3 de junio, y el sindicato estará en condiciones de iniciar la huelga el 6 de junio.
Acciones similares anteriores del sindicato casi paralizaron el tráfico comercial transfronterizo, causando importantes retrasos en aeropuertos y fronteras. A pesar de que el 90% de los agentes fronterizos de primera línea son considerados esenciales y no pueden declararse en huelga, los miembros del sindicato podrían recurrir a tácticas de trabajo según el reglamento, desempeñando sus funciones estrictamente según sus contratos, lo que podría provocar retrasos.
Este tipo de acciones podrían tener un impacto significativo en la economía, dados los 2.500 millones de dólares en mercancías que cruzan diariamente la frontera. Sin embargo, los empleados de los servicios esenciales no pueden participar en el trabajo a reglamento ni ralentizar la tramitación.
Entre los acuerdos figuran la igualdad salarial con otros cuerpos y fuerzas de seguridad, la provisión de puestos vacantes con empleados fijos, mejores prestaciones de jubilación y la oposición a una mayor automatización en las fronteras. El sindicato también está presionando para que se incluya en el convenio colectivo el trabajo desde casa, un punto polémico tras el nuevo mandato del gobierno de que los empleados federales trabajen desde la oficina al menos tres días a la semana a partir de septiembre.
Aunque ambas partes se han mostrado dispuestas a negociar, el resultado sigue siendo incierto. La situación se ve agravada por problemas de larga data y un importante apoyo sindical a la huelga, lo que refleja frustraciones profundamente arraigadas entre los trabajadores de la CBSA. Mientras continúan las negociaciones, se avecinan consecuencias que podrían afectar tanto a los viajeros como a la economía.
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