El fuego de los incendios forestales, avivado por los vientos del huracán Dora, que pasó a cientos de kilómetros de Hawai ha reducido a cenizas la ciudad de Lahaina, en la isla Maui provocando la muerte de al menos 36 personas y la evacuación de más de 11 mil personas.
El fuego avanzó tan rápido que obligó a decenas de personas a saltar al mar para escapar de las llamas y tuvieron que ser rescatados por la guardia costera.
Las autoridades informan que más de 300 infraestructuras han resultado dañadas o destruidas y decenas de personas están heridas.
Numerosos barrios han quedado reducidos a cenizas y la parte occidental de la isla está prácticamente aislada, con sólo una autopista abierta, mientras las autoridades informaban de la devastación generalizada de Lahaina, su puerto y las zonas circundantes.
Estos incendios sin precedentes siguen fuera de control, por lo que las autoridades temen que el número de víctimas mortales pueda aumentar en las próximas horas.
El presidente Joe Biden declaró la zona de catástrofe y aseguró que ha ordenado el uso de todos los recursos federales en la isla. Además se están fletando aviones para sacar a los turistas que como cada verano abarrotan la isla de Maui.
La situación en Hawái recuerda escenas de devastación en otras partes del mundo este verano, cuando los incendios provocados por un calor sin precedentes obligaron a evacuar a decenas de miles de personas en Grecia, España, Portugal y otras partes de Europa.
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