La ministra de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly, clausuró la reunión del G7 en La Malbaie, Quebec, en la que sostuvo una larga conversación con el secretario de Estados de los Estados Unidos, Marco Rubio. Joly narró que en esa conversación se trató el tema de los aranceles
Y es que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, incluso ayer mismo, sentado junto al secretario general de la OTAN, volvió a repetir su intensión de convertir a Canadá en un Estado de Estados Unidos y a cuestional la línea fronteriza que divide ambos países.
Joly explico que para muchos de sus contrapartes, ministros de relaciones exteriores de los demás países del G7 que también se encuentran hoy en Quebec, esas afirmaciones de Trump de convertir a Canadá en el Estado 51.
Los ministros de Relaciones Exteriores del Grupo de los Siete y el Alto Representante de la Unión Europea, reunidos en Charlevoix, Canadá, reafirmaron el viernes “el apoyo inquebrantable a Ucrania en la defensa de su integridad territorial y su derecho a existir, así como de su libertad, soberanía e independencia”.
Los cancilleres del G7-integrado por Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos- y el representante europeo expresaron su respaldo en una declaración, en la que además indican su satisfacción por los esfuerzos en curso para lograr un alto el fuego, y en particular la reunión del 11 de marzo entre Washington y Kiev en el Reino de Arabia Saudita.
También elogiaron el compromiso de Ucrania con lograr un alto el fuego, “que constituye un paso esencial hacia una paz integral, justa y duradera, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas”.
La declaración del G7 exhorta a Rusia a corresponder aceptando un cese en las hostilidades en igualdad de condiciones y plena aplicación.
Los países del G7 también debatieron sobre la posibilidad de imponerle costos adicionales a Rusia en caso de que no se acuerde dicho alto el fuego, incluyendo nuevas sanciones, topes a los precios del petróleo, así como apoyo adicional a Ucrania y otros medios. Esto incluye el uso de ingresos extraordinarios provenientes de activos soberanos rusos inmovilizados.
El documento enfatiza que cualquier alto el fuego debe ser respetado y subraya la necesidad de mecanismos de seguridad sólidos y creíbles para garantizar que Ucrania pueda disuadir y defenderse de cualquier nuevo acto de agresión.
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