El gobierno de Doug Ford da marcha atrás y ya no disolverá la Región de Peel.
El anuncio lo hizo esta tarde el Ministro de Asuntos Municipales y Vivienda, Paul Calandra, y con esto se revierten los planes que habrían visto a Mississauga, Brampton y Caledon convertirse en ciudades independientes de un solo nivel en 2025.
En verano, los Conservadores Progresistas aprobaron por la vía rápida la Ley Hazel McCallion en Queen's Park, saltándose la consulta pública y encomendando a una junta de transición la revisión de cuestiones relacionadas con las finanzas, la gobernanza y los servicios básicos compartidos.
Diversas voces se levantaron contra los planes de disolución, entre ellos el alcalde de Brampton y los sindicatos que representan a los trabajadores municipales. Hoy el gobierno de Ontario da marcha atrás con estas palabras:
En su lugar, el gobierno presentará una legislación en el nuevo año que "recalibrará el mandato de la Junta de Transición de la Región de Peel" para centrarse en hacer que los gobiernos locales sean más eficientes. Esto incluirá la mejora de servicios regionales como la policía, los paramédicos y la sanidad pública.
Se pedirá a la junta que haga recomendaciones para "optimizar la prestación de servicios que respalden el compromiso de construir más viviendas".
Los funcionarios afirmaron que estas recomendaciones ayudarán a eliminar una "capa duplicada de burocracia regional", aunque no está claro cómo funcionará, teniendo en cuenta que seguirá existiendo la gobernanza compartida.
Esta es la tercera medida a la que el gobierno de Ford da marcha atrás en los últimos meses, la primera fue dejar sin efecto la modificación que hicieron a los límites del Greenbelt, la segunda fue revertir los cambios en los límites urbanos y ahora la disolución de la región de Peel.
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