El ministro de Inmigración de Canadá se opone a las afirmaciones de que el gobierno federal no consultó a Ontario sobre el límite a los estudiantes internacionales que ha trastornado todo el sector postsecundario.
El gobierno de Ford ha acusado repetidamente a Ottawa de darle un golpe al sistema y haberlos “pillado por sorpresa”, sacándose la medida de la nada. Mientras que la ministra de Colegios y Universidades de Ontario, Jill Dunlop, declaró que la falta de consultas había provocado un "caos" en la provincia,
Sin embargo, el ministro de Inmigración, Marc Miller, desmintió que no se consultara a la provincia y calificó las afirmaciones como una "completa basura".
En enero, el gobierno federal anunció que limitaría el número de nuevos estudiantes internacionales que entran en el país, reduciendo el número en Ontario en torno al 50%.
La medida fue criticada por las universidades y escuelas de educación superior de la provincia, que afirman depender cada vez más de los estudiantes internacionales para financiar sus actividades.
El lunes Ontario anunció una inyección de 1,300 millones durante tres años para ayudar al sector de la educación superior a cubrir el hoyo, aunque la cifra está muy por debajo de los 2,500 millones solicitados por las universidades. Durante el anuncio la ministra de universidades de Ontario culpó repetidas veces a Ottawa de las disrupciones en el sistema.
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