El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, subió hoy al podio de la Asamblea General de la ONU y dijo que había decidido viajar a la sesión de Nueva York para refutar lo que calificó de «mentiras y calumnias» que había escuchado de otros líderes esta semana desde el mismo podio.
Se refiere a las críticas que han llovido esta semana de presidentes de todo el mundo sobre el gobierno de Israel por la muerte de civiles en Gaza y ahora por los bombardeos en el Líbano.
Netanyahu defendió enérgicamente la respuesta de su nación a los ataques del 7 de octubre de 2023 dirigidos por Hamás contra Israel que desencadenaron una operación militar que ha devastado la Franja de Gaza y aseguró que rechaza cualquier papel de Hamás en un futuro gobierno en Palestina.
También se refirió al conflicto más actual, el de Israel contra Hezbolá, que ha obligado a cientos de miles de libaneses a abandonar sus hogares y que ha provocado la muerte de al menos 600 personas en una semana.
Hoy el gobierno Israelí informó que bombardeó los cuarteles generales de Hezbolá en Beirut donde una serie de explosiones sacudieron varios edificios residenciales de los suburbios del sur de la capital libanesa.
Los bombardeos del viernes fueron los más potentes registrados en la capital libanesa en el último año.
La campaña de Israel en Gaza ha matado a más de 41.500 palestinos y herido a más de 96.000, según las últimas cifras publicadas el jueves por el Ministerio de Sanidad. El ministerio, que forma parte del gobierno de Hamás en Gaza, no distingue entre civiles y combatientes, pero más de la mitad de los muertos han sido mujeres y niños, entre ellos unos 1.300 menores de 2 años.
Netanyahu repitió su afirmación de que Israel no está atacando deliberadamente a civiles en la densamente poblada Gaza, aunque Sudáfrica ha presentado una demanda contra Israel ante el Tribunal Internacional de Justicia, acusándolo de cometer genocidio contra los palestinos de la zona.
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