Una nueva variante de COVID-19 que se ha convertido en la cepa dominante en los Estados Unidos ha llegado a Ontario, según funcionarios de salud pública.
En un informe publicado el mes pasado, Public Health Ontario (PHO) dijo que los casos de EG.5, un descendiente de la variante Omicron, representaron el 5,2 por ciento de todas las infecciones informadas y secuenciadas genéticamente entre el 2 y el 8 de julio.
Con una tasa de crecimiento semanal del 1,90 por ciento, PHO dijo que se esperaba que los casos de EG.5 (o Eris, como algunos lo llaman) representaran el 35 por ciento de todas las infecciones para el 2 de agosto, la última fecha en la que hay datos disponibles.
A nivel nacional la cifra es similiar, según la Agencia de Salud Pública de Canadá (PHAC) se prevé que las subvariantes EG.5 hayan constituido el 36 por ciento de los casos en Canadá entre el 30 de julio y el 5 de agosto.
Hoy la Organización Mundial de la Salud incluyó a EG.5 en su lista de variantes de interés, pero dice que hasta ahora no representa una amenaza mayor a la salud que las anteriores subvariantes de Omicron, ni de que incremente la gravedad de la enfermedad.
El mes pasado, el Comité Asesor Nacional sobre Inmunización (NACI, por sus siglas en inglés) dijo que la próxima ronda de refuerzos de vacunas probablemente será monovalente (ventana nueva), lo que significa que se dirigirán específicamente a la familia de sublinajes Omicron.
En particular, se centrarán en las subvariantes XBB de Omicron. EG.5 pertenece a esa rama.
Dado que EG.5 es un descendiente de Omicron, el Dr. Prabhat Jha, científico de Unity Health Toronto, dijo que los refuerzos que saldrán este otoño también deberían funcionar para proteger contra esta nueva subvariante.
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