La Organización Mundial Sikh de Canadá (WSO) y el Consejo Nacional de Musulmanes Canadienses (NCCM) reaccionaron a la revelación que hizo ayer el primer ministro Trudeau, cuando informó que el gobierno tenía razones para creer que, en el asesinato del líder Sikh, Hardeep Sing Nijar, en suelo canadiense, hubo agentes de la India involucrados.
Stephen Brown, director ejecutivo del Consejo Nacional de Musulmanes Canadienses, habló en rueda de prensa en conjunto con la Organización Mundial Sikh de Canadá para exigir acciones por parte del gobierno, de un hecho del que aseguran no están sorprendidos, pues ya habían advertido sobre el acoso que estaba recibiendo la comunidad sikh en Canadá.
El Consejo Nacional de Musulmanes Canadienses y la Organización Sikh de Canadá exigieron al gobierno la prohibición de la RSS en Canadá y la expulsión de sus miembros del país.
Nijjar fue asesinado a tiros por dos hombres armados enmascarados en el estacionamiento de su templo en Surrey y los líderes de la comunidad sikh habían afirmado que el gobierno de la India estaba involucrado.
Nijjar era un miembro destacado de un movimiento para crear una patria Sikh independiente conocida como Khalistan en la región india de Punjab, y en el momento de su muerte estaba organizando un referéndum no oficial entre la diáspora con la organización Sikhs For Justice.
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