Los trenes de todo el país están paralizados debido al cierre patronal de trabajadores de las dos principales compañías ferroviarias canadienses, después de no alcanzar un acuerdo acuerdo antes de las 12 de la noche.
Se trata del primer paro simultáneo en la historia de Canadian National Railway y Canadian Pacific Kansas City, y amenaza con poner en peligro las cadenas de suministro.
Según la Asociación de Ferrocarriles de Canadá, estas empresas transportan diariamente unos 1.000 millones de dólares en mercancías, parte de las cuales se detuvieron de forma preventiva para evitar que la carga quedara varada.
El primer ministro Trudeau, quien ayer pedía a las partes trabajar para evitar la huelga, volvió a hablar hoy asegurando que están haciendo todo lo posible por encontrar una solución que reactive el transporte ferroviario del país.
Los grupos empresariales han exigido al Gobierno que intervenga imponiendo un arbitraje vinculante y prohibiendo las huelgas y los cierres patronales mientras se desarrolla el proceso.
Los sectores más afectados son la agricultura, la minería, la energía, el comercio minorista, la automoción y la construcción.
Los puertos temen que los contenedores se amontonen en los muelles mientras la carga no se mueve, causando congestión en el futuro e impulsando a algunos transportistas a desviarse a terminales estadounidenses.
Pero el paro no solo afecta el transporte de carga y potencialmente los precios para los consumidores, las autoridades de transporte también han comunicado que se han suspendido algunas líneas de cercanías que pasan por las vías de Canadian Pacific en Toronto, Montreal y Vancouver.
Más de 32.000 viajeros de ferrocarril de todo el país también tendrán que encontrar nuevas rutas para ir a la oficina.
Las líneas afectadas por el posible paro son el West Coast Express de TransLink en la zona de Vancouver y algunas en el GTA.
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