La reacción del partido conservador, que durante meses estuvo combatiendo la enmienda a la ley de armas, no se hizo esperar, y su líder, Pierre Poilievre, definió el cambio como una “humillación” para Trudeau.
Los conservadores y yo hemos forzado a Justin Trudeau a un retiro temporal y humillante hoy. Trudeau quería desesperadamente prohibir los rifles de caza y envió a los parlamentarios liberales a darle un puñetazo a los propietarios legales de armas con licencia, prohibiendo sus rifles de cazar. Se le preguntó específicamente si esa era su meta, y él dijo que si, y lo voy a citar, esto fue en diciembre: “hay algunas armas, si, que vamos a tener que quitarle a la gente que son usadas para cazar”. Esa es su agenda. Por eso el humillante paso atrás de hoy, que obligamos a Trudeau a dar, es una pausa temporal en sus planes de prohibir los rifles de cazar. Y está reculando por que fue descubierto.
Poilievre además agregó que si los liberales volvían a tener una mayoría en el parlamento sin duda intentarían de nuevo una prohibición de armas que incluya los rifles de caza.
En numerosas ocasiones el primer ministro, Justin Trudeau, ha dicho que el propósito del gobierno es retirar y prohibir todo tipo de armas de asalto que diseñadas para matar a la mayor cantidad posible de personas.
También el líder del NDP, Jagmeet Sighn, reaccionó, pero de manera menos visceral que el líder conservador.
Creo que es un paso positivo que la enmienda haya sido retirada. Pero quiero ser muy claro sobre este tema, nosotros creemos en mantener a nuestras comunidades seguras, y nuestras comunidades han sido seriamente impactadas por la violencia armada y queremos ver que las leyes que ayuden a mantener esa seguridad pasen. Lo que hemos visto es que, tanto para liberales, como para conservadores, esto es un juego político. Quieren crear división y montarse en la ola. Nosotros no creemos en olas, creemos en la seguridad de la gente, pero con buenas leyes que ayuden a lograr ese objetivo.
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